La guerra entre Armenia y Azerbaiyán, que este sábado ha encontrado un alivio con el alto el fuego acordado entre ambos países, hunde sus raíces en la compleja historia de las relaciones de los armenios cristianos con sus vecinos musulmanes y en la decisión de Stalin de aislar población armenia en territorio azerí, en Nagorno-Karabaj. No es un conflicto solo religioso, pero también es religioso.
Un interesante análisis de primera mano de la realidad de la región lo planteó el sacerdote armenio Bedros Marashli Haddad en ReL.
También Mark Movsesian, abogado formado en Harvard y profesor en la facultad de Derecho de la St John's University, hace una orientadora síntesis de la situación y de sus claves en First Things:
La Armenia cristiana está siendo atacada
La semana pasada, Azerbaiyán reinició la guerra que hace tiempo se estaba gestando contra Armenia por la posesión de Nagorno-Karabaj. Esta región, conocida en armenio como Artsaj, tiene unos 150.000 habitantes, lo que la convierte en un territorio de minoría en el Azerbaiyán musulmán, que cuenta con una población de diez millones de habitantes.
Hace treinta años, en respuesta al trato discriminatorio y los pogromos que sufrían los armenios, la región declaró su independencia. Armenia, con una población de tres millones de habitantes, apoyó a Karabaj -si bien la independencia nunca se reconoció formalmente- y lo que siguió fue una guerra sangrienta que causó 30.000 muertes y cientos de miles de refugiados. Contra todo pronóstico, Armenia y Karabaj prevalecieron y establecieron una zona neutral que incluía, aproximadamente, un 20% del territorio azerí.
En rojo, la región de Nagorno-Karabaj, oficialmente azerí pero bajo control armenio. En gris, territorio azerí bajo control armenio.
Desde 1994 se ha mantenido un inestable cese de hostilidades. Pero la semana pasada, Azerbaiyán lanzó una ofensiva militar contra Karabaj y la propia Armenia. Esto es mucho más serio que los pasados esfuerzos azeríes de romper la situación de estancamiento. Con la ayuda de los petrodólares, Azerbaiyán ha comprado grandes cantidades de armas pesadas, que ahora emplea contra Armenia. Además, tiene el apoyo de Turquía (ochenta millones de habitantes), que limita con Armenia por el otro lado. Los azeríes son turcos, aunque no son musulmanes suníes, sino chiíes, y para el gobierno de Erdogan el conflicto es un modo de conseguir su objetivo de un panturanismo. Turquía ha proporcionado a Azerbaiyán asesores y equipamiento militar, incluyendo drones, cazas y miles de soldados islamistas de Siria, que luchan en favor de Azerbaiyán en el frente.
Los estadounidenses tienen otras crisis en su cabeza. Pero es importante comprender lo que está sucediendo en el sur del Cáucaso y, para hacerlo, debemos saber cuál es la historia de la región y evitar algunas malas interpretaciones sobre lo que está ocurriendo.
El genocidio armenio y la decisión de Stalin
Tenemos que remontarnos a principios del siglo XX, a la caída del Imperio otomano y del Imperio ruso. Ambos imperios habían luchado durante mucho tiempo por la frontera que los dividía y que se extendía por el sudoeste del Cáucaso. Los armenios, un antiguo pueblo cristiano que vivía a ambos lados de la frontera, se encontraron en el punto de mira. Durante la Primera Guerra Mundial, temerosos de que los armenios de la frontera se rebelaran y se pusieran del lado de Rusia -algunos armenios habían luchado con los rusos, pero otros muchos con los otomanos, y siempre se exageraba la amenaza armenia-, el gobierno otomano emprendió una limpieza étnica, asesinando a millones de armenios y otros cristianos en lo que se conoce como el genocidio armenio.
Este genocidio eliminó la considerable población cristiana de Turquía. Habría eliminado también la población armenia al otro lado de la frontera, pero una milicia armenia organizada rápidamente detuvo al ejército turco en 1918 en la Batalla de Sardarabad, que tuvo lugar a las afueras de la ciudad de Ereván, la capital actual de Armenia. Sardarabad es desconocida en Occidente, pero la imagen de un pequeño grupo de cristianos armenios luchando solos para detener el ejército turco musulmán, decidido a eliminarlos, es una parte importante de la conciencia armenia actual.
Combatientes armenios en 1918. Fuente: History of Armenia.
Cuando la guerra terminó, la Unión Soviética resolvió rápidamente la disputa sobre la frontera con Turquía, renunciando a algunos territorios históricos armenios en los alrededores de la ciudad de Kars, invadiendo el Cáucaso y dividiéndolo entre los grupos étnicos de la región.
Los soviéticos inicialmente prometieron mantener Karabaj, cuya identidad armenia se remonta a muchos siglos atrás y cuya población es armenia en más del 90%, y convertirla en la nueva República Soviética de Armenia. Pero Stalin, como comisario de las nacionalidades, decidió situar esta región en Azerbaiyán, como parte de una estrategia de "divide y vencerás". Los armenios nunca aceptaron esta decisión y cuando la Unión Soviética cayó y las naciones del Cáucaso consiguieron su independencia, el conflicto sobre esta región se reinició.
Rusia, Turquía, Irán...
Para los armenios, el conflicto de Karabaj es parte de una lucha larga y existencial. Cuando oyen hablar a la ONU y los gobiernos extranjeros de la inviolabilidad de las fronteras, se preguntan por qué las decisiones tomadas en la era de Stalin, que obviaron sus inquietudes y les exponen a un gran peligro, deben tener tanto auge hoy en día. Los armenios están deseando alcanzar una solución negociada por el interés de Armenia, dado que la guerra es una sangría para el desarrollo del país. Pero recuerdan el genocidio y temen lo que les sucedería a los armenios cristianos si se van y devuelven Karabaj a Azerbaiyán. Dado los acontecimientos históricos del pasado, las garantías extranjeras de protección suenan falsas.
Llegados a este punto es necesario aclarar algunos malentendidos. Como demuestra la historia, hay un componente religioso en el conflicto, que no es solo sobre cristianos versus musulmanes. A veces parece que hay dos tipos de análisis occidental de Oriente Medio: los que argumentan que la religión lo explica todo y los que argumentan que no explica nada. Ambos son erróneos. Muchos en Occidente asumen que Rusia apoya a sus hermanos cristianos en Armenia. Es verdad hasta cierto punto: Rusia tiene bases militares en Armenia y un tratado de defensa con el país. Pero, tal como sucedió hace cien años, Rusia es un aliado inestable. Rusia vende armas tanto a Armenia como a Azerbaiyán y por ahora ha declarado que permanecerá neutral en el conflicto. Sin embargo, no es imposible que Rusia quiera hacer un trato con Turquía en detrimento de Armenia, como hizo hace cien años.
Y luego tenemos a Irán. La lucha de Armenia durante cinco siglos contra Irán para preservar su identidad cristiana tiene un papel muy importante en la imagen de la nación; sin embargo, Armenia tiene unas relaciones razonablemente buenas con su vecino, a pesar de la ausencia de vínculos religiosos. Las personas ajenas no deben precipitarse a juzgar a Armenia por esto. El Cáucaso es un una mala área y un país pequeño y sin acceso al mar necesita amigos donde pueda encontrarlos. Además, mientras escribo esto, Irán, como Rusia, ha declarado que permanecerá neutral en el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán.
Armenia: cristiana y sola
Por último, las afirmaciones azeríes de que Armenia ha empezado el conflicto actual no son creíbles. Armenia ocupa una posición ventajosa militarmente; no hay razón para que cambie esta situación. Además, es superada en número y no puede contar con ayuda exterior. Empezar una lucha contra Azerbaiyán en estas circunstancias sería insensato. Mientras escribo esto, Azerbaiyán está bombardeando a civiles en Karabaj con bombas de racimo, lo que demuestra que los armenios no pueden contar con que los azeríes se controlen.
Cristianos armenios rezando estos días en una iglesia por el final del conflicto. Fuente: Euronews.
Esperemos que haya una solución justa y pacífica. Demasiadas personas están muriendo y un conflicto regional más amplio en el sur del Cáucaso puede interrumpir las líneas de suministro a Europa, lo que sería un desastre. Por ahora, sin embargo, la Armenia cristiana se encuentra luchando por su existencia, más o menos sola, contra viento y marea. Es una situación precaria, por la que Armenia ya ha pasado antes en su historia. Recordemos Sardarabad.
Traducido por Elena Faccia Serrano.