La misionera española Enedina Costilla, de 86 años, se ha visto obligada a abandonar apresuradamente la India tras más de 50 años sirviendo a los pobres del país después de que el gobierno indio le negara renovar el visado el pasado 11 de agosto
Las autoridades además le dieron 10 días para abandonar el país, por lo que sin saber los motivos reales de su expulsión la anciana misionera tuvo que volver a España y dejar el dispensario que llevaba en una aldea india.
Según informa UCA News y recoge Obras Misionales Pontificias, esta hija de la caridad, que tiene formación médica, ha vivido en la India desde los años sesenta pero este pasado 20 de agosto tuvo que abandonarla con destino a España. La hermana Martha Pradhan, la provincial de la congregación, explicaba que a la misionera española se le ha renovado de manera periódica su visado desde que llegara a Behrampur, en el estado de Odisha, en 1965, pero esta vez el gobierno indio ha rechazado su solicitud.
El gobierno del primer ministro Narendra Modi fue reelegido en mayo y apoya a los grupos hindúes extremistas que exigen que la India sea una nación únicamente hindú. Estos grupos exigen la expulsión de todos los misioneros extranjeros de la India, acusándolos de utilizar su labor social como fachada para convertir al cristianismo a los dalit y a quienes pertenecen a las tribus minoritarias.
Enedina obtuvo una licenciatura en medicina y cirugía en 1959. Pocos años después llegaba a Berhampur. En 1971 fue destinada a Mohana en el distrito de Gajapati del mismo estado. Una de sus principales preocupaciones ha sido visitar aldeas rurales y brindar atención médica a los pobres dalit y tribales y a toda persona que lo necesitara.
También puso en marcha un centro de salud y la escuela secundaria Nirmala Girls High School en Mohana. Los 54 años pasados por Enedina en la India como doctora, enfermera y maestra han hecho que muchas personas “en la zona la consideren su madre”, explicaba la hermana Pradhan.
El obispo de Behrampur, Monseñor Sarat Chandra Nayak, también ha expresado su tristeza, “es lamentable que una religiosa tan cualificada y capacitada tenga que abandonar el país”, señalaba. “De hecho, es una pérdida. No tenemos muchas hermanas cualificadas como doctoras que trabajen en áreas remotas entre las tribus y los dalit”. Hablando de la gran contribución de la monja a la población local, el padre paúl Naresh Nayak decía que es “una verdadera hija de la caridad de San Vicente de Paúl. La gente de Odisha nunca olvidará su amor y servicio”.