Según informa el diario paquistaní The Express Tribune, el imán que acusó a Rimsha Masih de quemar unos versículos del Corán fue él mismo quien los introdujo entre los papeles quemados por la niña en un vertedero. Khalid Judoon Chishti ha sido denunciado por un testigo que le vio hacerlo, y tras su detención pasará un periodo de 14 días en prisión preventiva, a la espera de la vista.
El tribunal que examina el caso había retrasado del sábado al lunes la vista de las alegaciones sobre el informe médico que certifica el retraso mental de la pequeña, cuya edad se sitúa entre los 13 y los 14 años. Pero este lunes, a causa de una huelga de abogados, ha vuelto a retrasarse hasta el próximo viernes 7 de septiembre.
Khalid Judoon había "presumido" de haber salvado a la niña de un linchamiento denunciándola por "blasfemia", de modo que el encarcelamiento la librase del intento de ejecución extrajudicial por una turba de radicales islámicos que la amenazaron a ella y a su familia, así como a cientos de vecinos del barrio.
Según Hafiz Muhammad Zubair, testigo de cargo contra el imán, éste habría revelado que había falsificado las pruebas por ser la única forma "de expulsar a los cristianos del área".
De confirmarse esta acusación, al imán le espera una severa condena, como ha solicitado el presidente del Consejo de los Ulemas pakistaníes, Tahir Ashrafu, quien a la vez ha pedido al presidente de la República que deje libre de inmediato a la pequeña y garantice su seguridad.