La religiosa, que fue declarada mártir en 2008, se dedicaba desde hacía años a labores educativas y de ayuda a los necesitados en el pequeño pueblode Chiavenna, al norte de Italia. Sin embargo, la noche del 6 al 7 de julio del año 2000, tras chicas adolescentes le tendieron una trampa mortal.
Ambra, Vernónica y Milena, dos de ellas de 16 y 17 años, planearon el asesinato, según reconocieron después de ser detenidas. Las declaraciones conmocionaron a todo el país, más cuando confesaron que en un acto satánico se les había pedido asesinar a un religioso.
Una de las menores, fingiendo estar embarazada y al borde de la desesperación, pidió ayuda a la religiosa. Una vez atrída a la trampa en un lugar apartado, le asestaron a Mainetti 6 puñaladas cada una: un total de 18. Maria Laura Mainetti seguía viva, pero ignoraron sus súplicas, mientras pedía el perdón para sus asesinas, y la apedrearon hasta morir, sin más razón que la de llevar a cabo un acto satánico.
La religiosa tenía 61 años y pertenecía a la Congregación de las Hijas de la Cruz. En el momento en que la asesinaron era la superiora de su comunidad en el Instituto de María Inmaculada en Chiavenna.
Las perdonó
Las propias adolescentes reconocieron también que la religiosa pidió el perdón para ellas, lo que ha supuesto el principal motivo para calificar la muerte de Mainetti como martirio. El 23 de octubre de 2005 se abrió su proceso de beatificación.