Algo tiene la Navidad que muchos buscan en ella luz y esperanza incluso en los contextos más tristes. En Irak, donde los cristianos son apenas un 3% de la población (eran el doble en 2003, antes de empezar las guerras y su éxodo), el Parlamento ha aprobado este jueves que Navidad sea un día festivo para todos los habitantes del país, y así se celebrará cada año.
El Patriarca caldeo (de los católicos de rito siríaco), el cardenal Louis Raphael Sako, explicó que "el Parlamento votó sobre mi petición de considerar la Navidad como una fiesta para todos los iraquíes". Y la moción "fue aprobada, para nuestra enorme satisfacción".
Los cristianos lo quieren ver como un reconocimiento de "la presencia cristiana" para todo el país. Para los musulmanes es un homenaje al nacimiento de Jesús, que según la tradición musulmana fue un gran profeta fiel a Dios y hacedor de milagros.
Entrevistado en AsiaNews, el obispo auxiliar de Bagdad, Basil Yaldo, habla de "una votación histórica, porque realmente hoy la Navidad es la fiesta de todos los iraquíes". Y esto está sucediendo por primera vez". Antes, "el gobierno concedía un día festivo a los cristianos, pero ahora se aplica a todo el mundo y también será así en los años venideros. Ya no es una medida temporal que se renueva cada año. Este es un mensaje de gran valor y gran esperanza para los cristianos y para todo Irak y sin duda está ligado al viaje apostólico del Papa a nuestro país en marzo. Este es uno de los primeros frutos, y esperamos que haya muchos más en el futuro".
Todos los iraquíes han sufrido mucho por guerras, bloqueos y ahora por pandemia, en lo que llevamos de siglo XXI. Los cristianos han sufrido aún más por ser una minoría vulnerable y pobre golpeada por distintas facciones políticas o por los yihadistas de Estado islámico o de otros grupos. Se calcula que en 2003 los cristianos (católicos caldeos, armenios, siríacos u ortodoxos) podían sumar hasta un 6% de la población, pero muchos emigraron y huyeron y quizá queda en el país la mitad o un tercio.
Un comunicado del Patriarcado caldeo "agradece al Presidente de la República Iraquí, Barham Salih, por adoptar la petición [...] de hacer de la Navidad (25 de diciembre) un día festivo nacional a celebrarse todos los años. También agradece a Muhammad al-Halbousi y a los parlamentarios por su voto favorable por el bien de los ciudadanos cristianos".
En 2018 el gobierno ya aprobó la Navidad como celebración pública para todos los ciudadanos, pero solo para ese año. Ahora se establece para cada año y eso da estabilidad a un país muy golpeado.
Además, se enmarca en la alegría por la visita del Papa a Irak prevista para marzo de 2021. El Patriarca caldeo cree que animará a los cristianos y abrirá caminos de diálogo como el Islam chiíta, con su visita a Najaf y su encuentro con el Gran Ayatolá al-Sistani.