La isla griega de Oxia, en el archipiélago de las Equínadas en el mar Jónico, escenario de la histórica batalla de Lepanto en el año 1571, ha sido adquirida por un miembro de la familia real de Qatar a un millonario australiano por algo menos de cinco millones de euros, según informaron ayer varios periódicos griegos.
Hasta el momento se desconoce la identidad del comprador, si ha sido el propio emir de Qatar, Hamad Bin Jalifa al Thani, o algún otro miembro de la familia real, advierte el diario Kathimerini.
La isla, de apenas 4,2 kilómetros cuadrados, goza de protección como espacio natural, informa Efe, y pertenecía hasta ahora a la familia greco-australiana Stamoulis. Pero la presión fiscal sobre los grandes patrimonios que el Gobierno heleno ha impulsado como parte de las medidas para acceder a los fondos de rescate ha provocado que se reactive un mercado parado desde hace unos años. Y los precios, a la baja, también ayudan.
En el caso de Oxia, los propietarios pedían inicialmente 6,9 millones de euros y la operación se habría cerrado por menos de 5 millones. Según la prensa griega, la venta se habría gestionado a través de la agencia especializada Vladi Private Islands, que maneja un catálogo de más de diez mil localizaciones en todo el mundo.
La intención de los nuevos propietarios es dedicar Oxia a la explotación turística. Un negocio que también parece estar detrás de otras operaciones de las que ha dado cuenta la prensa griega. Como la de la isla de Patroclo, a solo tres kilómetros de cabo Sunio y a 70 al sureste de la capital, Atenas. Pese a tener la mitad de superficie de Oxia, Patroclo tiene un potencial de desarrollo turístico mucho mayor debido a su situación.
El precio también es sensiblemente mayor: sus propietarios, la familia Giatrakos, piden 150 millones de euros. En este caso, la transacción está pendiente de que el Gobierno heleno aclare qué parte de la isla puede ser explotada comercialmente.
Los millonarios griegos tratan de evitar tener que pagar más impuestos por propiedades de las que apenas obtienen rendimiento. Fue el propio Estado el que hace apenas tres años abrió la puerta a las ventas de islas (estimó en 227 las deshabitadas) en busca de financiación, también a través del alquiler.
En el 2009 ya se puso en el mercado la isla de Nafsika por 15 millones de euros, y desde ese mismo año, la familia Onassis trata de obtener comprador para la isla de Lefkada, ante la imposibilidad de costear el mantenimiento de la propiedad.