El domingo 22 de diciembre, el Gobierno de Israel dio marcha atrás y se mostró dispuesto a otorgar a los cristianos que residen en la franja de Gaza los permisos necesarios para llegar a Jerusalén, Belén y otras áreas durante la Navidad. Así ha sido anunciado por el general Kamil Abu Rukun.
Tal y como recoge la agencia Fides, en la información difundida por las autoridades israelíes se especifica que los permisos se otorgarán a las personas según "criterios de seguridad" y sin tener en cuenta la edad de los solicitantes.
Este año, la falta de concesión hasta el último minuto de los permisos necesarios para que los cristianos en Gaza puedan ir a celebrar la solemnidad de la Navidad en los Lugares Santos de Belén y Jerusalén fue señalada con pesar por importantes figuras eclesiales. “Es un ritual anual, primero se niegan los permisos y luego se otorgan. Este año parece que los permisos, si se conceden, serán con cuentagotas", ha dicho el Arzobispo Pierbattista Pizzaballa, Administrador Apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén.
Ahora, la apertura a la concesión de permisos que se ha llevado a cabo casi en Navidad hace que sea difícil predecir cuántos cristianos en Gaza podrán aprovechar las nuevas disposiciones dadas a conocer por las autoridades israelíes. Según fuentes locales, a día de hoy se han emitido menos de 60 permisos.
Una comunidad cada vez más pequeña
En los últimos años, las autoridades israelíes habían otorgado un número limitado pero sustancial de permisos reservados para los cristianos en Gaza que querían ir principalmente a Belén, Nazaret o Jerusalén para celebrar las fiestas cristianas de Navidad o Pascua en estos lugares. Ya el año pasado hubo una limitación significativa de los permisos otorgados por las autoridades israelíes, que se concedieron solo a personas mayores de 55 años.
En diciembre de 2015, las autoridades israelíes otorgaron 600 permisos a los cristianos que residen en la Franja de Gaza para permitirles visitar los Santos Lugares, - comenzando por los ubicados en Belén-, con motivo de las vacaciones de Navidad. Los permisos otorgados en aquel momento tenían una duración mensual, y quedaban excluidas todas als personas entre doce y treinta años.
Los cristianos en la Franja de Gaza son poco más de mil, en su mayoría greco-ortodoxos, en una población total de 2 millones de palestinos. La pequeña realidad cristiana de la Franja de Gaza continúa debilitándose: los jóvenes que lo consiguen, abandonan la tierra donde nacieron para emigrar, mientras que en las iglesias se celebran los funerales de los ancianos. La migración es un síntoma de que nadie cree en un cambio posible a corto plazo, vista la condición colectiva marcada por el aislamiento internacional, la falta de trabajo y la amenaza siempre latente de nuevas guerras.