La Iglesia Ortodoxa Rusa (IOR) ha pedido este lunes extender a toda Rusia la ley que prohíbe la propaganda homosexual entre los menores de edad y que ha sido aprobada ya en la segunda ciudad del país, San Petersburgo.
"La terquedad de las minorías sexuales y sus planes para manifestarse de nuevo frente a centros infantiles demuestra lo oportuna que fue la aprobación de la ley regional", afirmó Dmitri Pershin, jefe del comité de juventud de la IOR, citado por la agencia oficial RIA-Novosti.
Pershin, que es además miembro de la comisión parlamentaria para la familia y los asuntos infantiles, aseguró que, "sin dilación, se debe conceder a la ley un estatus federal, lo que ya es labor de los diputados" de la Duma o cámara baja del Parlamento.
Precisamente, el representante de la IOR fue uno de los expertos que participó en la redacción de la ley que fue promulgada la pasada semana por el gobernador de la región de San Petersburgo.
De esta forma, en esa región ha quedado prohibido por ley la propagación de información sobre la homosexualidad, la bisexualidad, el lesbianismo, la transexualidad y también la pederastia.
La ley castiga con multas administrativas de entre 5.000 rublos (unos 170 dólares o 130 euros) y 500.000 rublos (unos 17.000 dólares o 13.000 euros), según si se trata de personas físicas o jurídicas.
Las organizaciones homosexuales han criticado la ley al considerar que supone una violación de la libertad de expresión y que servirá de pretexto para seguir prohibiendo las marchas del orgullo gay.
Leyes similares fueron aprobadas en los últimos meses en las regiones de Astrajan, Kostroma y Riazan.
El último intento de celebrar una marcha de orgullo gay en mayo de 2011 en la capital rusa desembocó en choques violentos entre activistas homosexuales y ultranacionalistas, y en la detención de decenas de personas.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictó una sentencia que considera que la prohibición de marchas de orgullo gay en Moscú en 2006, 2007 y 2008 "se contradice con la Convención europea de defensa de los derechos humanos y las libertades fundamentales".
Hasta el 27 de mayo de 1993 no fue abolido el artículo 121 del código penal de Rusia que sancionaba con penas de cárcel las prácticas homosexuales. Ese mismo año también se dejó de considerar la homosexualidad como una "enfermedad mental".