Es algo que desde hace años piden las 16 asociaciones internacionales católicas de ayuda al desarrollo reunidas en la plataforma Cidse: una tasa a las transacciones financieras, de forma que el sector financiero cree riqueza real en la sociedad. Y el cardenal Peter Turkson, presidente del Pontificio Consejo «Justicia y Paz», el «ministro de lo social» del Vaticano, está de acuerdo con ellas
En vísperas de la cumbre especial de la Unión Europea (UE) sobre la crisis de la eurozona, que se realiza pasado mañana, el cardenal Turkson intervino en la Junta anual de directores de CIDSE, alianza a la que pertenece la española Manos Unidas, y afirmó que «una forma de hacer retornar a la economía y las finanzas dentro de los límites de su verdadera vocación, incluida su función social, sería a través de medidas fiscales sobre las transacciones financieras. Éstas se deben aplicar con precios justos, moduladas en proporción a la complejidad de las operaciones, especialmente las realizadas en el mercado “secundario”. Este tipo de FTT sería muy útil para promover el desarrollo global y la sostenibilidad, según los principios de justicia social y solidaridad. También podría contribuir a la creación de un fondo de reserva mundial para apoyar las economías de los países afectados por la crisis, así como en la recuperación de sus sistemas monetarios y financieros», añadió el cardenal ghanés.
Las asociaciones de Cidse insta a la cumbre de la UE a tomar medidas concretas a favor de una tasa así. Según el presidente de la alianza católica, Chris Bain, esa medida «tiene el potencial para recaudar fondos que financien proyectos de desarrollo y de cambio climático, y poner en marcha medidas para una mayor justicia y equidad. Podría ser un avance hacia la estabilización de los sistemas financieros, y la lucha contra la pobreza en algunos de los países más vulnerables del mundo».