A lo largo de 2011, más de 800 laicos anglicanos y más de 60 clérigos de esta confesión se han hecho católicos en Inglaterra, Gales y Escocia, aprovechando la "Anglicanorum Coetibus", una oferta del Papa publicada en noviembre de 2009 para aceptar grupos de anglicanos que se unan en plena comunión con la Sede de Pedro manteniendo elementos de su liturgia y herencia cultural.
Sin embargo, en todos los casos, esos ex-anglicanos han tenido que dejar los edificios en los que rendían culto, y a menudo ha habido parroquias anglicanas que veían como la mitad o un tercio de sus parroquianos se iban en bloque al catolicismo.
Este domingo pasado se dio un caso distinto, aunque no en Inglaterra sino en Calgary, Canadá: toda una parroquia anglicana, incluyendo sus dos párrocos, se hizo católica, manteniendo incluso el templo (por el que pagarán alquiler 5 años a la diócesis anglicana de Calgary, con opción a compra). (Hay que tener en cuenta que las parroquias anglicanas suelen ser pequeñas para lo acostumbrado por los católicos, especialmente los de España o Hispanoamérica).
En Canadá todavía no existe un ordinariato anglo-católico creado según las instrucciones de "Anglicanorum Coetibus" para acoger a un grupo como este: es un país enorme, con grupos muy separados por las distancias y los orígenes, y el responsable de pilotar el proceso, el arzobispo de Toronto, Thomas Collins, aún está recogiendo datos.
Pero los parroquianos de Saint John the Evangelist, de Inglewood, Calgary, no estaban dispuestos a esperar más. En noviembre de 2010 ya votaron en bloque a favor de unirse al ordinariato anglocatólico cuando se crease, pero al alargarse el proceso, y con el Catecismo de la Iglesia Católica ya bien estudiado, tomaron otra decisión: convertirse ya en una parroquia católica de "uso anglicano del rito latino" (con web aquí), una fórmula que desde hace 30 años se viene empleando en un grupo de parroquias católicas de EEUU que antaño fueron anglicanas y mantienen aspectos de la liturgia anglicana. Tanto el arzobispo Collins como el obispo católico local, Frederick Henry, dieron su aprobación.
Así, el pasado domingo 18 de diciembre 50 parroquianos, incluyendo los que fueron sus pastores durante muchos años, los reverendos Lee Kenyon y John Wright, en una ceremonia solemne en la catedral de Calgary, fueron recibidos en bloque en la Iglesia Católica.
Además, el 15 de enero serán recibidos otros 21 parroquianos, de los cuales 10 habían sido bautizados y confirmados como católicos y ese día se reconciliarán plenamente con la Iglesia.
El arzobispo Collins y el obispo Henry han puesto a un sacerdote católico, Michael Storey, como capellán de esta comunidad, hasta que se cree el Ordinariato con sus propios sacerdotes. Lee Kenyon y John Wright, que desde el domingo son simples laicos católicos, esperan ser ordenados sacerdotes católicos para el ordinariato en un día no muy lejano, como ha sucedido con muchos de los clérigos ex-anglicanos del ordinariato inglés.
En la Vigilia de Navidad la nueva comunidad católica de "uso anglicano" celebrará su primera misa católica, de las 22.30 a la medianoche, según el "uso anglicano" del rito latino, pero, eso sí, con un cuarteto de voces que cantará la misa "O Quam Gloriosum est Regnum" del compositor renacentista español y nada anglicano Tomás Luis de Vitoria. (Aunque el autor es español, la letra es, como es obvio en la música sacra católica del siglo XVI, en latín).
El obispo anglicano, Derek Hoskin, expresó su pesar por el cierre de la comunidad anglicana, pero se mostró perfectamente cordial y colaborador, y de hecho la nota de prensa explicando los hechos la realizaron conjuntamente el obispo católico con el anglicano, con ejemplar serenidad.