La Asamblea General de Naciones Unidas ha aprobado por consenso una norma en la que se urge a los gobiernos mundiales a que combatan todo signo de intolerancia religiosa.

Según informa el diario ABC, descartó el texto propuesto por el bloque musulmán, que prefería una condena de la «difamación de religiones». Según sus críticos en Occidente, esa terminología habría justificado la «ley de la blasfemia», que permite condenar a muerte en el islam a quienes insulten al Corán o a Mahoma.

La resolución fue aprobada por consenso de las 193 naciones de la Asamblea, sin necesidad de votación. El texto declara que cualquier discriminación «por razones de religión o creencias constituye una violación de los derechos humanos». Asimismo, expresa su preocupación hacia el odio religioso y el fracaso de algunos Estados en la lucha contra esa «creciente tendencia».