Cuando los católicos de lengua inglesa vayan este domingo a Misa, escucharán las nuevas fórmulas de su misal. La nueva versión es menos coloquial y más formal que la actual y ha supuesto un trabajo de años. Se trata de una traducción del Misal Romano revisada, renovada y más fiel a la versión original en latín.

Los actuales textos han estado en vigor 41 años. Eran fieles al “espíritu” de la versión original en latín, pero la nueva versión es fiel también al texto original.

Los cambios se refieren a las oraciones, y por eso, afectan también a algunos cantos que habitualmente se usan en Misa.

La nueva versión ya se ha puesto en práctica en muchos lugares, pero será obligatoria desde el domingo 27 de noviembre en medio mundo, porque afecta a los católicos de Estados Unidos, Reino Unido, Australia y de algunos países de África.