Nadie representa a los cristianos y sus valores, ¿qué hacer en las elecciones? Esa es la situación en bastantes países... incluyendo Egipto. Allí, el Papa Shenouda III, líder espiritual de unos 8 millones de cristianos coptos dejó caer una orientación en un sermón respecto a las elecciones egipcias del 28 de noviembre: "vuestra participación en las elecciones mantendrá el equilibrio entre la moderación y el extremismo", afirmó el jueves.
Durante el régimen de Mubarak, los cristianos procuraban no implicarse en asuntos políticos, donde como minoría (los coptos son un 10% del país) sólo podían ganarse enemigos por doquier. Pero las cosas han cambiado en Egipto. En Alejandría, las parroquias coptas organizan "comités de ciudadanía" con jóvenes y voluntarios que animan a los cristianos a participar en política, según AsiaNews.
Con el comentario del Papa Shenouda, todos los coptos entienden el objetivo: bloquear a los partidos islamistas. Una comunidad poco acostumbrada a la movilización política tiene ahora que actuar ante las primeras elecciones parlamentarias, y los diversos atentados contra los cristianos de los últimos años, con la impunidad que les han acompañado, empujarán a muchos hacia las urnas. No hay partidos "coptos", pero sí partidos que puedan frenar a los islamistas.
En Túnez el partido islamista Ennahda ganó con un amplio margen. Pero la situación en Egipto puede ser distinta.En Túnez los militares se mantuvieron a distancia, mientras que en Egipto pilotan los cambios. En Túnez, los islamistas son más moderados y abiertos que en el país del Nilo, donde no hablan de la shariah como una simple "fuente de inspiración legislativa", sino que piden su aplicación más directa y su primacía sobre el parlamento.
Por último, en Túnez las élites han creado un consejo de debate sobre los objetivos de la revolución, mientras que en Egipto los Hermanos Musulmanes, veteranos y bien organizados, se enfrentan a grupos de reciente creación completamente descoordinados, siempre con el ejército como extraño árbitro. De ahí ese "equilibrio entre la moderación y extremismo" del que habla el Papa Shenouda y en el que la minoría cristiana tendría un papel.