El Cristo Redentor se encuentra enclavado en el corazón del Parque Natural de Tijuca, donde se eleva por encima de los 710 metros de altura del Corcovado. Este lugar es considerado un símbolo de peregrinación para los creyentes y un atractivo para los miles de turistas que suben cada año a su cumbre.
Pese a que su ejecución fue una iniciativa de la Iglesia Católica para conmemorar en 1922 el centenario de la Independencia de Brasil, la estatua solo fue inaugurada nueve años después y en 2007 fue elegida una de las siete nueve maravillas del mundo.
En un claro desafío a la ingeniería por la estructura de la estatua, Heitor da Silva fue el encargado de diseñar el proyecto del Cristo, modificado con posterioridad para que el monumento, declarado en 2009 Patrimonio Histórico y Artístico de Brasil, alcanzase mayor visibilidad desde cualquier rincón de la ciudad.
La obra para levantar el monumento, de mil toneladas, fue calificada de “hercúlea“ por las duras condiciones de construcción, sobre una base casi sin espacio para el andamio y en una cumbre en la que soplan fuertes vientos a la que entonces solo se podía acceder por escarpados senderos o a lomos de una mula.
El Cristo recibe cada año la visita de cerca de 700.000 personas, que son conducidas a la cima del cerro en el Tren del Corcovado, un coqueto convoy que parte del barrio de Cosme Velho y discurre por una centenaria y empinada vía ferroviaria.
Una amplia lista de personajes entre los que hay papas, monarcas, políticos, científicos y artistas se han subido en alguna ocasión al tranvía del Corcovado, inaugurado en 1884 por Don Pedro II, emperador de Brasil.
El cardenal Eugenio Pacelli, secretario de Estado del Vaticano y futuro Papa Pío XII fue, en 1934, uno de los primeros personajes ilustres que ascendió al Cristo a bordo del famoso tren, que en otras ocasiones ha llevado a lo alto del cerro al Papa Juan Pablo II, a Albert Einstein, al expresidente brasileño Getulio Vargas, al rey Alberto de Bélgica o la princesa Diana de Gales.
El monumento, parada obligatoria para los artistas que en sus giras pasan por Río de Janeiro, recibió en marzo la visita del presidente estadounidense, Barack Obama, que optó por llegar al Cristo en el coche oficial por motivos de seguridad.
Las conmemoraciones por el aniversario comenzarán en la víspera con una vigilia y continuarán con una misa que el arzobispo de Río, Orani Tempesta, oficiará en la cumbre del Corcovado, que también alberga una pequeña capilla donde se encuentra una imagen de Nuestra Señora de Aparecida, patrona de Brasil, cuya fiesta también se celebra el 12 de octubre.
Tras el descubrimiento de dos bustos dedicados a los impulsores de la obra, se degustará una gigantesca tarta de ocho metros de altura, uno por cada década de historia del Cristo, que estará decorada con la imagen de la estatua y con los símbolos del Mundial de fútbol de 2014 y de los Juegos Olímpicos de 2016.
La fiesta estará amenizada por los sonidos de Dj Mam y Rodrigo Sha, que con el tema “Redentor“ vencieron el concurso, al que se presentaron 2.000 canciones, con el que se eligió la música para conmemorar los 80 años del Cristo.
El espectáculo continuará con el Concierto por la Paz, bendecido por el arzobispo, que se abrirá con una coral formado por 500 voces que interpretarán el Ave María y será clausurado por decenas de artistas brasileños y escuelas de samba.
Los 80 años del monumento contarán igualmente con la exposición “Cristo Redentor“, que recorrerá, sin una fecha establecida, las principales ciudades del país y visitará Canadá, Italia, Mozambique y Japón.