Hace pocos días se celebró el segundo aniversario de los trágicos hechos de Gorja, la pequeña ciudad del Punjab paquistaní. Durante la noche del 31 de julio de 2009, la comunidad local cristiana fue agredida fuertemente. Una muchedumbre de casi 3000 musulmanes invadió el barrio cristiano de Gorja, prendiendo fuego a dos iglesias y más de 150 edificios. En el enorme incendio murieron abrasadas vivas ocho personas - entre ellas, cuatro mujeres y un niño de siete años- y otras 20 sufrieron heridas graves.
Lo que encendió la mecha de la violencia fue la acusación de algunos líderes religiosos islámicos contra tres cristianos -Mukhtar Masih, Talib Masih e Imran Masih– culpables, según ellos, de haber quemado algunas páginas del Corán, un delito contra el que, si se aplica la conocida ley paquistaní contra la blasfemia, está prevista la cadena perpetua. Para defender a los tres hombres intervino el entonces Ministro para las minorías, Shabaz Bhatti, que murió en un atentado el pasado 2 de marzo.
Las fuerzas de seguridad fueron acusadas de no haber intervenido para hacer que cesara la violencia y después del mea culpa del Jefe de la Policía en 2010, 2 años después del trágico incendio, llegan las disculpas de dos líderes religiosos islámicos que pidieron perdón públicamente por «una de las peores manifestaciones del odio contra los cristianos en Pakistán».
Según AIS (Ayuda a la Iglesia que Sufre, una organización que pone en marcha proyectos de apoyo a la Iglesia en los lugares dónde se encuentra perseguida o privada de medios), el lunes pasado se celebró una misa de sufragio por las víctimas presidida por el obispo de Faisalabad, Su Excelencia Monseñor Joseph Coutts, en la que participaron centenares de cristianos. En el encuentro que se desarrolló después de la función religiosa, intervinieron Israr Bihar Shah, director de una madraza (escuela islámica) de la región, y Hafiz Abbul Haui, jefe de una cercana mezquita, que acusaron explícitamente a los "fanáticos" responsables y condenaron sus acciones, porque son «contrarias al espíritu del mismo Islam».
«Son afirmaciones de una importancia extraordinaria», declaró a "Ayuda a la Iglesia que Sufre" el Padre Aftab James Paul, director de la Comisión para el Ecumenismo y el diálogo interreligioso de Faisalabad. Hablando con la AIS, el sacerdote destacó que -aunque no están implicados de ninguna manera en el ataque del 2009- los dos guías islámicos tuvieron el valor de pedir excusas en nombre de su comunidad por todo lo sucedido.
«Han pronunciado frases muy importantes –añadió- afirmando que la religión islámica no acepta de ninguna manera el homicidio y que los culpables de acciones de este tipo no entienden el verdadero espíritu del Islam». El Padre Aftab luego subrayó que «aunque se trate de declaraciones no oficiales pronunciadas al final de un encuentro», las palabras de los dos líderes religiosos tienen un valor doble, ya que se trata de dos figuras muy conocidas dentro de la comunidad, «tendrán influencia seguramente sobre los otros fieles».