En esta entrevista, emitida por Radio Vaticano, el prelado, quien fue conocido durante años como el director de los niños cantores de la catedral de Ratisbona (Domspatzen), recuerda el día más importante de la vida tanto para él como para su hermano, hoy papa.
-¿Cuáles son sus recuerdos de la ordenación sacerdotal de hace 60 años?
-Es difícil explicarlo con palabras. Era un día muy solemne. Nos habíamos preparado muy bien para aquel momento, tanto desde el punto de vista espiritual como práctico. Era una hermosa fiesta. Con el ingreso en la catedral de Freising, estaba claro para nosotros que aquel día era muy importante para nuestra vida. Por desgracia aquella tarde teníamos que partir de Freising, porque al día siguiente teníamos que participar en la ordenación de un amigo.
-Eran más de 40 candidatos para la ordenación sacerdotal ¿Cuál fue la experiencia en este grupo?
-Éramos un grupo muy variado. Muchos eran jóvenes. Mi hermano era el penúltimo por cuanto se refiere a la edad. Pero había también alguno que tenía algún año más sobre sus hombros. Esto era causado por la guerra, que aplazó la llegada al sacerdocio de muchos jóvenes. De cualquier manera éramos un bonito grupo. Cada uno de nosotros era capaz de ofrecer algo especial con su propia vida.
-Usted hace referencia a las diversas edades de los candidatos que fueron ordenados con ustedes. Su hermano es tres años más joven que usted. El día de su ordenación, ¿se sentía usted como el hermano mayor o no le importó la diferencia de edad con su hermano?
-No, la edad para mí no contaba nada. Mi hermano era muy maduro. El día de la ordenación lo más importante era precisamente la ordenación.
-Usted ha seguido tanto el camino sacerdotal como el musical ¿Recuerda la música de la santa misa de aquel día?
-Lamentablemente no la recuerdo con exactitud. De todos modos, en aquella época yo era miembro de un coro de sacerdotes y para las ordenaciones sacerdotales cantábamos más o menos siempre los mismos cantos. Pienso en el “Veni Creator”, o en el “Christus Vincit”, que se canta todavía hoy en Freising al concluir las ordenaciones sacerdotales. Lamentablemente no recuerdo los nombres de los compositores. Ha pasado tanto tiempo desde aquel día.
-¿Usted y su hermano han conservado un objeto particular de aquel día?
-Yo conservo la estola y la sotana de aquel día. Por lo demás, no hemos conservado objetos particulares.
-La ordenación sacerdotal es en un cierto sentido como una fiesta de matrimonio. Hay invitados, los familiares, los amigos, que acuden a festejar este día particular ¿Quién participó de la familia Ratzinger?
- Estaban nuestros padres y nuestra hermana. Pero no había más personas en particular. Para nosotros era importante la participación de nuestros padres y estar unidos.
-Su sobrenombre era Orgel-Ratz (Ratz: musical) y su hermano en cambio tenía el sobrenombre Bucher-Ratz (Ratz- amante de los libros). ¿El día de la ordenación ya estaba claro en qué dirección irían sus vidas?
-Mi hermano ya había obtenido una cierta experiencia en el campo de la ciencia teológica. Estaba claro que su camino habría sido el de la teología. En cambio mi vida me llevó hacia la música. Pero no nos quedaba claro hasta dónde nuestras vocaciones particulares nos habrían conducido. En la época de la ordenación lo más importante era para nosotros ser sacerdotes.
-¿Usted y su hermano pensaron alguna vez en entrar a formar parte de una orden religiosa?
-Yo nunca lo pensé y creo que tampoco mi hermano. Pero no lo puedo decir con certeza.
-A su parecer ¿es más importante la ordenación sacerdotal o la elección como sucesor de Pedro?
-La ordenación sacerdotal es fundamental, también para ser papa es necesario haber recibido este sacramento. Obviamente la responsabilidad y las funciones son mucho más difíciles para un pontífice que para un sacerdote. De cualquier manera la ordenación sacerdotal es el fundamento para la ordenación episcopal y para la elección pontificia.
-¿Para el sexagésimo aniversario de la ordenación sacerdotal tiene en mente la interpretación de alguna pieza musical en particular?
-Lamentablemente tengo dificultad para leer las notas y también mis manos ya no están en grado de moverse del modo adecuado. De cualquier modo llevo en la mente las notas que quisiera escuchar. Tengo muchos discos compactos de mis años como director del coro de los Domspatzen. Éstos son recuerdos muy bellos.
-¿Tiene quizá algunos discos compactos para escuchar con su hermano este miércoles?
-No he traído nada. Pero en su apartamento él tiene todo lo que necesita.