Sviatoslav Shevchuk, arzobispo mayor de la Iglesia greco-católica ucraniana, es el pastor de unos 5 millones de católicos de rito bizantino en el país. Ha pasado por Madrid invitado por Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) para apoyar la recogida de fondos que ayude a las comunidades religiosas y parroquias en Ucrania, que es también una forma de ayudar a desplazados, heridos y víctimas de la guerra que acuden a ellas.

En una rueda de prensa en la sede de Ayuda a la Iglesia Necesitada, Shevchuk ha intentado expresar la magnitud del problema: millones de personas desplazadas y un trauma del tamaño de la Segunda Guerra Mundial.

"La guerra de Ucrania es tan intensa como la Segunda Guerra Mundial. Se calcula que 20.000 misiles rusos han golpeado Ucrania en estos dos meses, lo mismo que en Siria en 11 años de guerra", ha detallado. "Es una guerra injusta, una guerra colonial e ideológica. Yo mismo he sido informado de que estoy en los primeros puestos de la lista negra de los rusos para eliminarme", asegura el arzobispo, líder de la mayor de las iglesias orientales en plena comunión con Roma.



Dentro de Ucrania hay 7 millones de personas que han abandonado su hogar y se han trasladado a otras zonas del país lejos de los bombardeos.

En todo el país, y especialmente en el oeste, la zona más religiosa y más católica, cada parroquia, convento y seminario se ha convertido en un centro de acogida de familias desplazadas. ACN quiere enviar un paquete de ayudas por valor de 1,5 millones de euros, para proyectos que realizarán parroquias, monasterios y diócesis.

ACN: muchos años de experiencia en el país

Esta fundación pontificia tiene muchos años de experiencia en el país, cuyos seminarios y noviciados ha apoyado durante 70 años, desde 1953, incluso en la época de clandestinidad y persecución bajo el comunismo. Desde que estalló el conflicto en el Dombass, en 2014, ACN ha desarrollado 2.700 proyectos en Ucrania. Ahora la fundación se esfuerza por apoyar a 5.000 sacerdotes y religiosos, más de 1.000 religiosas y 900 seminaristas, y a los desplazados y víctimas que ellos sostienen.

Marco Mencaglia, coordinador de proyectos de ACN para Ucrania, explica: "He sido testigo de que pese al peligro, los sacerdotes y las religiosas se han quedado junto a su pueblo. La Iglesia se queda siempre".



Ejemplos de proyectos que ACN quiere apoyar:

- 6 monasterios grecocatólicos, de la Orden Basiliana, acogen miles de desplazados: necesitan construir nuevas habitaciones, mejorar las cocinas y las infraestructuras, pagar luz, agua, gas, alimentos...

- 10 parroquias rurales de la diócesis de Ivano-Frankivsk, lejana a la zona de combates, y 55 casas y monasterios de 19 congregaciones distintas, ofrecen alojamiento y comida a unos 40.000 desplazados; todas ellas necesitan bienes básicos y acondicionar las infraestructuras. Eso costará unos 200.000 euros.

- la Iglesia necesita vehículos: coches, furgonetas y autobuses, para transportar personas y materiales en zonas dispersas por la guerra. La diócesis de Leópolis pide dos autobuses, uno para pastoral, otro para labores de Cáritas. La de Odesa pide un coche para llevar los sacramentos a zonas rurales lejanas. ACN quiere aportar 235.000 euros a la adquisición de vehículos.

- sacerdotes, religiosos y religiosas también necesitan un sustento directo para poder servir a su pueblo; con el país golpeado por la guerra, Ayuda a la Iglesia Necesitada quiere dedicar a esto 700.000 euros en los próximos meses.

La mejor ayuda es la que pueden ofrecer sobre el terreno los religiosos del país, enamorados de Dios, que aportan su Palabra, su esperanza y su sanación a un mundo enloquecido por las bombas y el dolor. Estos proyectos pueden apoyarse con donaciones a ACN con Ucrania aquí.