El embajador de Israel en la Santa Sede, Mordechay Lewy, al conferir el reconocimiento de “Justo entre las naciones” en memoria de don Gaetano Piccinini (19041972), religioso orionista de la congregación (Pequeña Obra de la Divina Providencia) que se empeñó para salvar a muchos hechreos poniendo en riesgo su propia vida, declaró «sería un errore pensar que la ayuda a los hebreos durante la Guerra, en Roma, haya partido de conventos e institutos religiosos como si fuera una iniciativa sin el apoyo del Vaticano».
«Sería erróneo declarar que el Vaticano y el Papa se oponían a las acciones que favorecieron a los hebreos –declaró el embajador Lewy. La Santa Sede se empeñó. No pudo evitar que partiera el tren hacia Auschwitz el 18 de octubre de 1943. Seguramente los hebreos romanos esperaban en ese momento la protección del Papa, pero es un hecho que el del 18 de octubre fue el único convoy que salió hacia Auschwitz». Según el embajador Lewy la «voluntad vaticana» por salvar a los hebreos es «un hecho».
Durante la ceremonia hablaron dos de las personas que ayudó don Piccinni: don Giuseppe Sorani en septiembre de 1943 era un muchacho hebreo de 15 años, que don Piccinini escondió y salvó; y Bruno Camerini, que se salvó con las hermanas y con la madre de don Piccinini, que recordaron cómo don respetaba siempre la fe hebraica. Don Flavio Peloso, superior general de los Orionistas, recordó cómo don Piccinini «concentraba en sí mismo toda una Protección civil de la caridad» y tras la guerra fue infatigable para socorrer a los pobres y a las víctimas italianas del terremoto de Irpina en 1962 y de la presa de Vajont en 1963 (Italia), y a las víctimas del terremoto en Belice de 1972.