En una conferencia dictada el pasado 30 de mayo, la diputada rusa Yelena Mizulina, que preside la Comisión del Parlamento Ruso –la Duma– para la Familia, la Mujer y los Niños, ha dado a conocer que va a presentar un nuevo proyecto de ley en defensa de la vida no nacida, en un país, Rusia, con la mayor tasa de abortos del mundo.
El proyecto de ley contempla eliminar el aborto sin costo en las clínicas públicas y se requerirá una prescripción médica para dispensar la píldora abortiva “del día después”. Por otra parte, la mujer casada que solicite un aborto necesitará el permiso de su esposo, y las adolescentes que deseen abortar, el consentimiento de los padres.
En clave positiva, se impondrá un periodo de espera de una semana para ayudar a la mujer a reconsiderar su decisión y se aumentarán los pagos mensuales a las mujeres embarazadas. Actualmente, la cantidad es de 2000 rublos (unos 50 euros) hasta el mes del nacimiento. No se penalizará por abandono de niño, a la mujer que deje anónimamente a su hijo en un orfelinato.
“La finalidad del proyecto es crear las condiciones necesarias que le permitan a la mujer optar por el parto. Contamos con el apoyo público, pero ¿nos está escuchando el partido político en el poder?”, dijo Mizulina, que es miembro del partido centrista Rusia Justa.
Hasta ahora, el partido en el poder, Rusia Unida, no se ha mostrado muy receptivo a este tipo de iniciativas. Natalya Karpovich, parlamentaria de este partido, que a su vez está embarazada de su quinto hijo, apoya medidas que restrinjan el acceso al aborto, pero dice que, en su opinión, una prohibición total sería irrealista pues, según ella, daría lugar a incrementar fuertemente la tasa de abandonos de niños.
Esta vez la propuesta de Mizulina, que ya en el pasado trató de introducir legislación en defensa de la vida, viene fuertemente respaldada por la Iglesia Ortodoxa rusa, cuya influencia social aumenta constantemente en la sociedad rusa. Se calcula que 100 millones de un total de población de 141 millones pertenecen a la Iglesia ortodoxa.
El portavoz de la Iglesia Ortodoxa, Vsevolod Chaplin, declaró que “espero que muy pronto podamos vivir en una Rusia sin abortos”.
Como consecuencia de numerosas décadas de comunismo materialista, según los datos de un informe de las Naciones Unidas de 2004, Rusia tiene la mayor tasa de abortos del mundo: 53,7 abortos cada 100 mujeres. En los últimos años, la tasa de abortos está descendiendo. Según datos del Ministerio ruso de Salud y Desarrollo Social, en 2009 hubo 74 abortos cada 100 nacimientos, mientras que en 2000 hubo 169 abortos por cada 100 nacimientos. El número total de abortos en 2009 ascendió a 1,3 millones.
Mizulina cree que la cifra de abortos es muy superior, en torno a los 6 millones anuales, si incluimos los abortos perpetrados en centros privados y el efecto abortivo de la píldora del día después.
Según el censo de 2010, la población de Rusia descendió de 145 millones en 2002 a menos de 143 millones.
Mizulina es conocida por su respaldo a una agilización del sistema de adopciones internacional, muy lento debido al farragoso sistema administrativo en vigor. En 2010, Rusia contaba con 700.000 huérfanos, más que al final de la Segunda Guerra Mundial, en la que murieron 25 millones de rusos.