Tres delincuentes armados irrumpieron en la casa parroquial de la basílica Santa Rosa de Lima, en Buenos Aires (Argentina), donde maniataron al párroco Alberto Sorace, y le robaron alrededor de 3 000 euros en cálices y vasos, además de electrodomésticos y la colecta de la última Misa.

El sacerdote de 50 años estaba durmiendo en su habitación, cuando los delincuentes entraron y lo amenazaron con armas de fuego para luego atarle las manos con los cordones de sus zapatos.

La agencia argentina DyN, citando fuentes policiales, informó que el robo sucedió a las 3:10 a.m. Los ladrones habrían entrado por una ventana de la casa parroquial. El Arzobispado de Buenos Aires señaló en un comunicado que los delincuentes "se apoderaron de las pertenencias personales del párroco para luego dirigirse violentamente a la sacristía".

"Una vez allí, robaron varios copones, patenas, y el dinero de la colecta del fin de semana. Antes de huir, abandonaron al sacerdote maniatado en una sala contigua, quién una vez desatado pudo dar aviso a la policía, que llegó inmediatamente", informó el Arzobispado.

El padre Sorace por su parte agradeció "a Dios que estoy sano", al mismo tiempo que manifestó su esperanza en que "tengamos más seguridad en este país". En los diez años de su labor como párroco de Santa Rosa de Lima "hubo robos pequeños, pero no de esta magnitud, con este modus operandi", señaló el presbítero.

El sacerdote advirtió que "tenemos que estar permanentemente vigilantes", pues "el trabajo de Cáritas es muy grande en esta zona, que de noche se convierte en una zona marginal total. Tenemos que estar permanentemente atentos".