El gobierno chino solicitó este jueves al Vaticano "acciones concretas" para mejorar las relaciones entre Pekín y la Santa Sede, después de que el Papa lanzara el miércoles un mensaje de apoyo a los obispos chinos sometidos a la "presión" de las autoridades comunistas.
"Esperamos que el Vaticano podrá admitir la realidad de la libertad de culto en China y del desarrollo del catolicismo, y que creará con acciones concretas las condiciones de desarrollo de las relaciones entre China y la Santa Sede", declaró la portavoz de la diplomacia china, Jiang Yu.
Benedicto XVI pidió el miércoles a los católicos de todo el mundo que recen por la unidad de la Iglesia en China y solicitó a los obispos de ese país que rechacen las "presiones" de las autoridades comunistas para dividirlos.
Ya en abril pasado, el Vaticano había denunciado las "presiones y coacciones" sobre los católicos de China y exhortado a cada obispo chino a "aclarar su posición" a los sacerdotes y fieles, reiterando su fidelidad al Papa.
Se estima que existen unos 5,7 millones de católicos chinos, según cifras oficiales, pero están divididos entre la Iglesia oficial cuyo clero depende de las autoridades comunistas y una Iglesia no reconocida, llamada "subterránea", que obedece al Papa.
Las relaciones diplomáticas entre China y el Vaticano están rotas desde 1951.