Entre los decretos que el Papa Francisco firmó el pasado viernes 21 de febrero, está el reconocimiento de un milagro por intercesión celestial del beato mártir Devasahayam Pillai, un noble del sur de la India del siglo XVIII, martirizado por haberse convertido al cristianismo y negarse a abandonar la fe.
Un militar francés le enseñó la fe
En 1741 una expedición armada holandesa en la India intentó tomar el control del reino de Travancore, pero fracasó y fue derrotada en la batalla de Kolachel. Los indios hicieron 24 prisioneros europeos, entre ellos el francés Eustache Benoît de Lannoy. Lannoy se ofreció, con los otros europeos, como asesor militar al servicio del reino de Travancore. Les enseñó a usar armas de fuego y a adoptar técnicas de guerra europeas. Durante 37 años, hasta su muerte natural, sirvió a los reyes de Travancore, que le llamaban "Valiya Kappithaan" ("el gran capitán").
Los europeos vivían en el fuerte Udayagiri, donde tenían una capilla y podían celebrar la fe católica. Allí el militar francés transmitió la fe a un importante oficial de la Corte, de casta brahman e hijo de un sacerdote de Shiva. Se llamaba Neelankanta Pillai. Al bautizarse tomó el nombre de Devasahayam, y también el de Lázaro: ambas cosas significan "Dios es mi auxilio". "Pillai" era un sufijo que usaban las personas de alto rango.
Había sido adorador de Kali, diosa de la guerra
Devasahayam había empezado su carrera como militar y adorador de Kali, diosa de la guerra. Estaba casado pero no tuvo hijos. En momentos de tristeza, el capitán Lannoy le explicó la historia de Job, en el Antiguo Testamento, y después de Jesús. El joven militar quiso saber más y más sobre la fe cristiana.
Finalmente Devasahayam pidió ser bautizado. El jesuita Giovanni Battista Buttari era reticente a hacerlo porque el rey no veía bien que personas de clase alta se hicieran cristianas. El indio insistió durante meses y expresó su disposición incluso a ser mártir. Así, a los 32 años, fue bautizado en 1745.
Una película india moderna que recoge el martirio de Devasahayam Pillai
Devasahayam habló de su nueva fe a muchos hindúes, y se ganó así enemigos en la corte, que lo acusaron falsamente de traición al Estado por "pasar documentos secretos". Se le encarceló y torturó durante 3 años y finalmente fue fusilado en 1752, con 40 años, en el bosque de Aralvaimozhy. El día de su martirio, el 14 de enero, es hoy su día de celebración liturgica.
Pruebas históricas de persecuciones a nobles
En su proceso de beatificación y canonización ha habido controversia con algunos estudiosos hindúes. Algunos protestan que se siga usando el apelativo "Pillai", referente a la clase alta hindú. Otros niegan que haya habido persecuciones en Travancore.
Sin embargo, hay algunas pruebas de que sí las hubo, específicamente contra nobles. Así, en 1796, el carmelita y viajero Paulino de San Bartolomé (Paulinus a Sancto Bartholomaeo, 1748-1806) escribió en 'Viaje a las Indias': "El rey de Travancore amenaza con prisión y muerte a cada noble que quiera dejar su corte para hacerse cristiano. Nilampulla, un funcionario de noble familia, fue disparado en Arampalli porque rechazaba abandonar la religión de Jesucristo. En 1787 yo vi a 4 nayiris o nobles shudris arrojados a prisión en Tiruvandaburam porque no apostataban de la Iglesia Católica".
Hoy la tumba de Devasahayam Pillai en la catedral de San Francisco Javier en Nagercoil atrae a muchos devotos. Otros visitan lugares ligados a su vida en la diócesis de Kottar. Fue declarado beato en 2012, a los 300 años de su nacimiento. El Papa Benedicto XVI lo presentó como "un laico fiel". Ahora podrá ser canonizado como un santo y modelo para la Iglesia universal.
Una obra de teatro sobre Devasahayam Pillai
Un ciclo de canciones sobre Devasahayam Pillai