"Queremos dar las gracias por haber sido liberados sin pagar ningún rescate", dice en un vídeo uno de los nueve rehenes capturados el pasado 16 de septiembre en el asalto a la iglesia de Santa María, en el pueblo de Nchang, en la región anglófona del suroeste de Camerún, en el momento de su liberación.
La liberación de las nueve personas que llevaban detenidas más de un mes ha tenido lugar este sábado 22 de octubre. Al confirmarse la noticia, Aloysius Fondong Abangalo, obispo de Mamfe, ha dado las gracias a los fieles por las incesantes oraciones ofrecidas. De los secuestrados, cinco eran sacerdotes, tres laicos y una religiosa.
Regiones separatistas
"Aprovecho esta oportunidad, una vez más, para condenar el acto de profanación de la iglesia, en los términos más enérgicos, y para denunciar la necesidad de valorar la dignidad humana. Privar de su libertad a nuestros hermanos y hermanas para obtener dinero a cualquier precio es inhumano. Para aquellos que hacen declaraciones que alimentan tales acciones, creo que es hora de replantearse su enfoque y asegurar que la dignidad de la persona humana sea defendida de todas las maneras posibles", comentó el prelado cuando se produjo la profanación de la iglesia de Santa María.
Hay que recordar que la Conferencia Episcopal de Camerún se negó explícitamente desde el principio a pagar, "para no crear precedentes peligrosos".
La identidad de los secuestradores todavía es desconocida. En el breve vídeo del comunicado se hace referencia a los Freedom Fighters of Ambazonia. Ambazonia es el nombre dado en 2017 al estado separatista no reconocido que reivindica las 2 regiones anglófonas de Camerún, el noroeste y el suroeste. Varios grupos separatistas operan en las dos regiones, pero ninguno parece haber tomado el nombre de Freedom Fighters of Ambazonia.
Los terroristas incendiaron el templo tras el secuestro.
Podría tratarse de un nuevo grupo que ha aprovechado la visibilidad internacional del secuestro de los nueve para presentarse en escena, o simplemente podría tratarse de un grupo criminal que se esconde tras unas siglas políticas para cometer secuestros con fines de extorsión.