Coincidiendo con las fechas navideñas, los yihadistas de Estado Islámico publicaron un vídeo con el asesinato a sangre fría de once cristianos en Nigeria como “un mensaje para los cristianos del mundo”.
Después de conocer este triste suceso, el cardenal Robert Sarah, africano también, y prefecto de la Congregación para el Culto Divino, recordó que “estos bautizados son mártires. No han traicionado el Evangelio”.
“En Nigeria, el asesinato de once cristianos a manos de islamistas locos es un recordatorio de cuántos de mis hermanos africanos en Cristo viven la fe a riesgo de sus propias vidas”, agregó el cardenal Sarah.
Por su parte, el arzobispo de Abuja, Ignatius Kaigama, indicó en Radio Vaticano que este ataque en Navidad por parte de Estado Islámico forma parte de una estrategia continua para promover el antagonismo entre cristianos y musulmanes tanto en el país como en la región, y así generar un mayor caos.
“Están tratando de crear una situación de guerra”, agregó el arzobispo, que tiene que claro que los terroristas “quieren ver a musulmanes y cristianos luchando”. Por ello, monseñor Kaigama asegura que este grupo yihadista espera crear confusión y aprovechar para “tomar la delantera y poder destruir a los cristianos, hacerse con el país e incluso con los países vecinos”.
Según Naciones Unidas, más de 36.000 personas han muerto, alrededor de la mitad de ellas civiles, desde que el grupo islamista Boko Haram comenzó su insurgencia en el noreste de Nigeria en 2019, que posteriormente extendió a los otros países ribereños del lago Chad -Chad, Camerún y Níger-.
En el último año, unas 160.000 personas se han visto desplazadas por la violencia en Nigeria. Más de 7 millones de personas precisan asistencia vital y urgente en Borno, Yobe y Adamawa, los tres estados más golpeados en Nigeria. La ONU estima que alrededor de 1,2 millones de personas viven en zonas a las que no es posible acceder para ofrecerles asistencia.