Mientras que el Senado francés debatía la legalización de la eutanasia en París la madrugada del miércoles, la “Alianza por los Derechos a la Vida” (Alliance pour les droits de la vie/ADV) organizó una demostración teatral para atraer la atención mediática a la realidad de la alegada “muerte misericordiosa”.
Cientos de voluntarios se congregaron frente al histórico Palacio de Luxemburgo, construido en los comienzos del siglo XVII para María de Médicis, esposa del Rey Enrique IV, la cual alberga la cámara alta francesa.
En la manifestación preparada con una coreografía, participaron 700 manifestantes quienes fueron “matados” y colocados, por varias docenas de “médicos”, en bolsas blancas usadas para recoger los cadáveres, mientras ellos se encontraban acostados en los predios. Los “médicos” estaban vestidos con batas verdes de cirujano, máscaras y botas, y guantes de látex. Luego de esto, la “Muerte” se movía entre las filas silentes de víctimas perfectamente inmóviles, asegurándose que ellos habían sido debidamente “matados”.
La ADV dijo que deseaba mostrar la apertura al abuso con el recurso a las leyes a favor de la eutanasia. Aunque se ha dicho que la eutanasia es presentada como una solución excepcional para algunos casos extremos, según dijo la ADV, ello será causa de que habrán cientos de miles de víctimas en las sociedades, debido a que los peritos señalan que ya se calcula “un costo excesivo en los cuidados de la salud” en que se incurre durante “los últimos dos años de vida”.
La escena fue presentada en tres ocasiones entre las 12:45 y las 1:30 PM hora local. Mientras que los actores – hombres y mujeres de todas las edades – permanecían acostados como “muertos”, el vocero de la ADV, Tugdual Derville, lanzó un llamado al Senado francés para que no se legalice la eutanasia, señalando que ello nunca es una solución al sufrimiento humano, sino que opera como un medio para negar que las personas enfermas, sufrientes y discapacitadas, poseen dignidad humana.
Derville también hizo un llamado para que haya un aumento en ayuda pública, económica y de otra clase, para el cuidado paliativo y para todos los voluntarios que, mediante su apoyo, lo hacen posible. A su vez, él señaló que la ADV se opone al “tratamiento en demasía” o cuidado intensivo que tiende a prolongar la vida más allá de su curso natural, de un modo excesivamente agresivo.
“La eutanasia es legal en algunos países, pero eso no significa que esos países están más adelantados que nosotros,” él dijo. “En Bélgica y en Holanda, ya se matan a las personas porque están deprimidas. Esto es contrario a nuestra cultura médica, en donde los médicos de emergencia luchan por las vidas de los pacientes que intentan cometer suicidio e intentan ayudarlos.”
Una declaración emitida a favor del derecho a la vida, por parte de la activista en contra de la eutanasia, Maryannick Pavageau, fue leída por su esposo. La señora Pavageau solamente puede mover dos dedos de su mano en el uso de la computadora, luego que sufriera un accidente a los 29 años de edad que le causó un daño cerebral, y que la dejó afectada con una parálisis muscular parcial severa. En octubre del año pasado, a ella se le otorgó la Legión de Honor (“Légion d’honneur”) por su lucha continua en contra de la eutanasia.
Pavageau estuvo presente durante el evento, sentada en su silla de ruedas.
La ADV dijo que optó por utilizar una modalidad teatral para llevar a cabo su manifestación, y así poder crear un bullicio mediático con que se promoviera el siguiente mensaje: “La medicina no mata.”
Al final del evento, varios de los voluntarios dijeron que la experiencia de permanecer acostados en la calle en medio del frío, y viendo solamente las grandes nubes grises en un día invernal en París, en sí fue profunda.
“Yo pensé en todas las personas que yacen en los hospitales, sin poder moverse, por días sin fin. Y pensé también en mi propia muerte, cuando venga,” dijo una manifestante.
“Ciertamente, muchos de los manifestantes estaban rezando mientras estaban acostados en la calle: yo lo estaba,” dijo otra mujer joven.
La ADV y otros grupos pro-vida están alertando que el cabildeo a favor de la eutanasia no se detendrá, hasta que se logre que la matanza de las personas enfermas y sufrientes, sea legalizada. Y más todavía, porque las encuestas de opinión pública muestran que una mayoría del pueblo francés ahora está a favor de la eutanasia.