Al menos un egipcio cristiano murió este martes y otros cinco del mismo credo resultaron heridos por los disparos de un policía musulmán en un tren que viajaba desde Assiut, en el sur de Egipto, a El Cairo.
El agente disparó con su arma de servicio "contra algunos de los pasajeros y huyó" tras subir al tren en la estación de Samalut. El Ministerio del Interior identificó al atacante como Amer Ashour Abdel Zaher, lo que confirmaría la condición de musulmán del agresor.
Según el comunicado, el fallecido es un cristiano copto de 71 años. Entre los heridos está su esposa. Cuatro de los heridos también son coptos. El departamento de Interior no ha aclarado la confesión del quinto herido, aunque fuentes médicas han declarado que todos los heridos son coptos. Dos de los heridos están graves.
Tensión religiosa
Después del crimen, un grupo de cristianos se enfrentó a efectivos de las fuerzas de seguridad frente al hospital donde se encuentran los heridos.
A pesar de que aún las investigaciones no han logrado aclarar si el tiroteo tuvo motivaciones religiosas y que el gobernador de Al Minia, Ahmad Dia Eddin, ha negado en declaraciones a la televisión egipcia que haya cualquier sesgo de sectarismo en este suceso, el obispo de Samalut, monseñor Morcos, apunta al móvil religioso
"Este loco ha recorrido el vagón para localizar a los cristianos. Ha visto un grupo con niñas y mujeres que no llevaban velo, entonces ha visto que eran coptos y ha disparado gritando Allah Akbar (Alá es grande)", ha declarado a AFP el prelado, tras haberse reunido con los heridos.
Este hecho sucede dos semanas después del atentado de Nochevieja contra los fieles coptos de una iglesia en Alejandría, que causó 21 muertos y 79 heridos y coincide con la llamada a consultas por parte de Egipto de su embajadora ante el Vaticano, después de que Benedicto XVI instara a los gobiernos de los países musulmanes a hacer más para proteger a las minorías cristianas que residen en ellos, hecho considerado por El Cairo como una “interferencia inaceptable” en sus asuntos internos.
La Santa Sede ha declarado este martes por la noche "compartir plenamente" la voluntad del gobierno de "evitar la escalada" de tensiones religiosas.