Cuatro meses después del «brutal asesinato» de los hermanos Rashid y Sajid Emmanuel, de 32 y 29 años, acusados por blasfemia, «la Justicia no ha castigado todavía a los culpables», critica Joseph Francis, director del Centro para Ayuda y Acogida Legal (CLAAS, en sus siglas en Inglés). Precisamente, un equipo de abogados de CLAAS representa a Nadeen Emmanuel, el padre de las víctimas, en el juicio contra los asesinos de sus hijos.
Los hechos se remontan al 19 de julio de 2010, cuando tuvo lugar el asesinato de los hermanos Emmanuel, acusados por blasfemia, bajo la ley 295-c del Código Penal paquistaní, a la salida del los juzgados de Faisalabad.
En declaraciones a LA RAZÓN, Francis explica que Nadeen contactó con él a primeros de mes para pedirle ayuda legal: «Nadeen estaba desesperado al ver que después de cuatro meses el juicio seguía sin celebrarse». La única acción legal que se tomó fue el reconocimiento por parte de la Policía de «falta de seguridad para proteger a los acusados», después de que un desconocido disparara a plena luz del día a sus hijos, aseguró Francis.
Los investigadores de CLAAS encontraron evidencias que inculpaban a Maqsod Ahmed como autor del doble homicidio, y presentaron un informe a la Policía el 5 de noviembre para reabrir el caso por el asesinato de Rashid y Sajid Emmanuel.
La primera vista oral del juicio se celebró el martes en el tribunal de Faisalabad. Según las investigaciones desarrolladas hasta ahora, todo comenzó por una disputa entre los hermanos Emmanuel y un socio musulmán, Khurram Shahzad.
En 2005, Rashid y Sajid formaron una ONG –llamada United Ministry Pakistan– para ayudar a las víctimas del terremoto de Cachemira. Shahzad era el contable de la ONG y tras una disputa por irregularidades en las cuentas de la asociación, los hermanos Emmanuel le despidieron en junio.
Como venganza, Shahzad imprimió unos panfletos que «atentaban contra la dignidad del sagrado Profeta» y que fueron distribuidos en varias paradas de autobús de la localidad de Waris Pura, en el distrito de Faisalabad. En los panfletos estaban impresos la dirección y los nombres de Rashid y Sajid.
Shahzad mostró uno de esos pasquines a un religioso en Waris Pura, que lo tomó como prueba para denunciar a los hermanos Emmanuel a la Policía el 1 de julio. Un día después, ambos fueron arrestados y encarcelados en la prisión de Faisalabad.
El 9 de julio, una turba enloquecida de musulmanes atacó los establecimientos comerciales de cristianos y varias iglesias en Waris Pura. La protesta fue organizada por el movimiento extremista «Tehrik-i-Hurmat-i-Rasool», que exigió la «muerte a los hermanos Emmanuel» por su blasfemia contra Mahoma.
Los actos violentos contra los cristianos de la comunidad de Waris Pura se extendieron a otras localidades del distrito de Faisalabad, y la Policía tuvo que intervenir para reprimir las protestas.
El 19 de julio, después de presentarse ante un tribunal, a la salida de los juzgados de Faisalabad, un desconocido disparó a bocajarro contra Rashid y Sajid. Ambos murieron en el acto. Aún llevaban las esposas puestas.
Francis advirtió de que Bibi podría correr la misma suerte que los hermanos Emmanuel cuando sea liberada. Al menos treinta personas, acusadas por blasfemia, han sido asesinadas en Pakistán desde 1986, según los informes de CLAAS.
A su juicio, «la única manera de mantener con vida a Asia es que el Gobierno la saque del país».
Francis tiene experiencia en estos casos. Él mismo acompañó a Ayub Masih en un avión a Estados Unidos en 2002. «En menos de 24 horas, tras ser anulada la pena de muerte contra Masih por el Tribunal Supremo, la embajada de Estados Unidos le concedió un visado y el ex presidente (Pervez) Musharraf lo sacó del país», recordó Francis, antes de detallar que siete cristianos, que han recibido el perdón tras ser condenados a la pena capital por blasfemia, han tenido que abandonar el país para salvar su vida.