A 15 kilómetros al noreste de Jerusalén, en la Gobernación de Ramala, en Cisjordania (Palestina), la localidad de Taybeh, la antigua Efraín, tiene una estatua de Jesús en una de sus plazas más céntricas, algo muy poco visto en toda Tierra Santa. Estrechamente vinculada con la vida de Cristo es a día de hoy la única población mayoritariamente cristiana de toda la zona.
Adornada con campanarios cristianos, a diferencia de los pueblos vecinos, donde las mezquitas destacan por encima del resto de edificios, Taybeh, con una población de 1300 habitantes, siempre se ha considerado refugio para todas aquellas personas que están a punto de tomar una decisión importante o van a vivir un momento crucial en sus vidas. Por ejemplo, Jesús de Nazaret.
Fortalecer el espíritu
Según la Biblia, tras la resurrección de Lázaro, Jesús se retiró con sus discípulos a Efraín. El evangelista Juan dice: "Así que desde aquel día (los fariseos) acordaron matarle. Por tanto, Jesús ya no andaba abiertamente entre los judíos, sino que se alejó de allí a la región contigua al desierto, a una ciudad llamada Efraín; y se quedó allí con sus discípulos".
Esto sucedió durante los primeros días de Nissan, probablemente en torno al año 30. Jesús se retiró a un cerro situado a ocho kilómetros de Taybeh, cerca de Jericó, para fortalecer su espíritu, rezar, ayunar y exponerse a la tentación. Por ese motivo, a este cerro se le conoce como Qarantal, que deriva del latín "Quarenta" (cuarenta), que alude a los cuarenta días que Jesús ayunó.
Según el evangelista, Taybeh-Efraín es el lugar solitario donde Jesús encontró la tranquilidad para prepararse junto a sus discípulos para la Pasión. Por ello, es sabido que en las inmediaciones se situaron muchas ermitas por las que pasaron numerosos santos. Uno de los más recientes fue Charles de Foucauld. De quien se puede ver su imagen en la parroquia católica de la localidad y que escribió unos textos sobre sus "cuarenta días de meditación en Efraín".
"La agradable"
La localidad de Taybeh era históricamente una ciudad de la tribu de Benjamín y a la que, posteriormente, Saladino cambió su nombre. La palabra "Efraín" es similar a "afrit", que significa "demonio" en árabe. Por lo que la ciudad fue rebautizada como "Taybeh", que quiere decir "la agradable". Hoy en día, el lugar más importante de la ciudad sigue siendo, sin duda, la Iglesia de San Jorge.
Construido en el siglo IV al este de la ciudad, el templo bizantino es propiedad de la alcaldía de Taybeh. Las comunidades romana-católica, griega-católica y griega-ortodoxa, que tienen sendas iglesias en la localidad, suelen utilizarlo. Junto a la nave central de la iglesia los cruzados construyeron en el siglo XII otra, reutilizando algunas de las piedras del templo anterior. En 1187 Taybeh cayó en manos de Saladino.
A pesar de las invasiones, se cree que esta iglesia siempre ha mantenido el culto. A día de hoy, en ella se pueden ver ciertas costumbres, no cristianas, que se remontan a épocas muy antiguas. Por ejemplo, el sacrificio de animales, cuya sangre cubre el suelo del pórtico y las paredes del templo en forma de cruces. Tradiciones que los lugareños siguen realizando, ofreciendo así sus mejores animales a Dios.
Aquí puedes ver un interesante reportaje sobre la localidad de Taybeh, la antigua Efraín.
Otra de las particularidades de Taybeh es su fábrica artesanal de cerveza, la primera de todo Oriente Medio y por la que es conocida a nivel internacional. Abierta por la familia Khoury en 1994, hoy es una seña de identidad palestina cuyo producto estrella se exporta a 17 países. Nadim, su fundador, emigró de joven a EE.UU. y decidió regresar a su tierra natal, espoleado por los Acuerdos de Oslo de 1993 que avivaron el sueño de un Estado palestino independiente y de prosperidad económica.
Nadim producía cerveza en EE.UU. de forma artesanal por afición, y decidió convertirla en su profesión para ganarse la vida, tras formarse en la Universidad Davis de California (EE. UU.) en ciencias de fermentación. La fábrica produce actualmente 600.000 litros de cerveza de diez variedades distintas (sandía, piña o café árabe) que se venden en Alemania, Bélgica, Francia, España o Chile, este último país con una gran colonia de origen palestino.
Artículo publicado originalmente en Fundación Tierra Santa.