Bangladesh, China, Egipto, Eritrea, India, Indonesia, Pakistán, Sudán, Uzbekistán o Irak son algunos de los países en los que hay más episodios de intolerancia social o legal contra la libertad religiosa. Así se expone en el informe realizado por Ayuda a la Iglesia Necesitada, AIN, que ayer se presentó en Sevilla, en una mesa redonda sobre «Libertad religiosa en el mundo» celebrada en el Colegio de las Esclavas. En el acto participaron Javier Menéndez Ros, director de AIN, y el misionero salesiano en Pakistán, Miguel Ángel Ruiz Spínola.

El objetivo de AIN al realizar estos informes sobre libertad religiosa cada dos años y en seis idiomas es que se conozca la situación de las personas perseguidas por su fe, no sólo los cristianos, ya que el de la libertad religiosa es uno de los derechos fundamentales menos respetado. En el mundo hay 350 millones de perseguidos y discriminados a causa de su fe y el 75 por ciento de la persecución religiosa se dirige a las comunidades cristianas. Explica Menéndez Ros que AIN quiere concienciar a la clase política, a los medios de comunicación y sobre todo a los ciudadanos para que conozcan la realidad y recen por los cristianos que sufren por su fe. Además denuncian los hechos graves de violación de la libertad religiosa y ayudan económicamente en estos países a la construcción de iglesias, conventos seminarios y material para formación y catequesis, potencian los medios de comunicación católicos y los medios de locomoción.



Un testimonio de los ataques que padecen los cristianos en el mundo es el del misionero salesiano Miguel Ángel Ruiz Spínola, que lleva 9 años en Lahore donde trabaja en la formación profesional de los jóvenes, con alumnos musulmanes y cristianos. Además los salesianos cuentan con el internado más grande de todo el país, de 150 jóvenes cristianos, y pretenden abrir un segundo también con esas plazas. Miguel Ángel Ruiz alerta sobre la expansión de la islamización radical, que en Europa se realiza a través de la natalidad y en África es violenta. Señala que en Occidente se respeta la libertad religiosa y eso es lo que se pide en los países musulmanes donde no puede haber iglesias ni crucifijos: «Los islamistas consideran a Europa débil y decadente y ven posible la conquista. Una Europa que no cree en nada solo en lo material es terreno abonado para la conquista no para el diálogo ni la Alianza de Civilizaciones. Debilitar el cristianismo,o renunciar a la identidad cristiana de Europa, independientemente de lo que se crea, es abonar el terreno para la conquista del islam».