El mismo día que bombas israelíes alcanzaban la Escuela católica de la Sagrada Familia en Gaza (usada de refugio por desplazados, causando 4 muertos), y el día antes de que bombas rusas cayeran sobre el hospital pediátrico de Kiev, el ejército israelí cerró e hizo evacuar el Hospital Anglicano de Gaza este 7 de julio, causando la protesta del primado anglicano Justin Welby, desde Canterbury, y de otros líderes cristianos.
Fundado en 1882, el Hospital Anglicano está en la zona norte de ciudad de Gaza y se le llama también Al-Ahli Arab Hospital (durante unos años lo gestionó una iglesia baptista y a veces se le llama Hospital Baptista, pero desde hace décadas vuelve a ser anglicano). Es un centro prestigioso y bien conocido que se financia con donativos de las Iglesias anglicanas y cuyo titular es la diócesis episcopaliana (es decir, anglicana) de Jerusalén. Está en la misma zona donde se ubica la escuela católica dañada.
Hay combates con drones alrededor del hospital, y los israelíes bombardean la zona. Pero el obispo anglicano local y sus hermanos en otros países denuncian que en vez de cerrar el hospital y sacar enfermos y refugiados a la calle, donde caen bombas y balas, el ejército debería mantenerlo protegido y a salvo y funcionando para ayudar a los heridos y enfermos.
Protestan los obispos de Canterbury y Jerusalén
La diócesis anglicana de Jerusalén denuncia que se cierre el hospital cuando es enorme la necesidad de atención médica. "Protestamos con la mayor firmeza posible por el cierre de nuestro hospital. Las personas heridas y enfermas tienen pocas opciones de lugares donde recibir atención médica urgente", denuncia el arzobispo anglicano Hosam Naoum. "Hacemos un llamamiento a las fuerzas israelíes para que nos permitan continuar con nuestro sagrado ministerio de atención médica y curación. Pedimos que cesen los ataques contra civiles y todas las personas vulnerables y pedimos a todas las partes que acepten un alto el fuego inmediato".
La diócesis también denuncia en su comunicado oficial que una de sus ambulancias fue atacada a tiros cuando se dirigía al hospital, sin que haya información disponible sobre el conductor y los pasajeros.
“Ante los intensos bombardeos israelíes, este cierre pone a los heridos y a los enfermos en un peligro aún mayor. Me uno al llamamiento del Arzobispo Hosam a las Fuerzas de Defensa israelíes para que permitan que el hospital continúe con su sagrado y valiente trabajo de atender a las personas que lo necesitan desesperadamente. Para aliviar el inmenso sufrimiento en Tierra Santa, sigo rezando y pidiendo un alto el fuego, la liberación de los rehenes, y que no se impongan restricciones a las ayudas a la población de Gaza", reclama el arzobispo Welby como Primado anglicano desde Canterbury.
Michael Curry, el obispo al frente de la Iglesia Episcopaliana (anglicanos liberales de EEUU) también protestó "contra el cierre y la evacuación de este vital ministerio de salud diocesano", asegurando que "esta acción viola la dignidad de personas que ya son vulnerables y es contraria al derecho internacional humanitario".
Denuncias internacionales: "violan el derecho humanitario"
La organización Churches for Middle East Peace también ha recordado que "el cierre del hospital, la evacuación y la declaración de la zona como zona roja, además de los disparos contra la ambulancia, son todas violaciones inaceptables del derecho internacional humanitario".
"El derecho internacional exige que los establecimientos y unidades de salud, incluidos los hospitales, no sean atacados. Además, los que ya son vulnerables, los heridos y los enfermos, y aquellos que buscan refugio no deben ser puestos en mayor peligro o peligro", dice su nota.
El secretario general del Consejo Mundial de Iglesias, Jerry Pillay, condenó los ataques y también pidió un alto el fuego inmediato.
La Oficina de Relaciones Gubernamentales de la Iglesia Episcopaliana, con sede en Washington, DC, declaró estar trabajando con contactos en la Casa Blanca, el Departamento de Estado de EEUU y oficinas clave del Congreso en respuesta al cierre del hospital anglicano.
Daños previos a un hospital muy activo
Al principio de la guerra, unos cohetes dañaron un ala del hospital: se cree que fueron disparados por tropas israelíes. Además, una explosión cayó en el patio del hospital anglicano causando víctimas mortales: Israel y Estados Unidos dijeron que la explosión del patio parecía causada por militantes palestinos, pero otros la atribuyeron a Israel.
Antes de la guerra, este hospital contaba con 80 camas y atendía 3.500 visitas ambulatorias al mes. Proporcionaba 300 cirugías y alrededor de 600 consultas de rayos X por mes y contaba con un programa gratuito de diagnóstico de cáncer de mama para mujeres mayores de 40 años. El Centro para Mujeres Ancianas y el programa de clínicas móviles proporcionaban asimismo atención médica y alimentos gratuitos a los habitantes de las ciudades y aldeas de los alrededores. El hospital también patrocinó en Gaza el primer curso de capacitación para médicos en cirugía mínimamente invasiva y estaba planificando la instalación de un centro oncológico con radioterapia.