En un comunicado difundido hoy en una página web utilizada habitualmente por grupos radicales, el conocido como Estado Islámico de Irak subraya que "se ha acabado el plazo dado a la Iglesia cristiana en el Egipto musulmán para que aclare la situación de nuestras hermanas retenidas y para que las ponga en libertad".
"Por eso, el Ministerio de la Guerra del Estado Islámico de Irak anuncia que todos los centros, organizaciones y organismos cristianos, con sus dirigentes y seguidores, son objetivos legítimos para los muyahidin allá donde puedan ser alcanzados", asegura la nota.
En la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre, al menos 58 personas, la mayoría mujeres y niños, murieron en la iglesia de Sayida An Nayá (Nuestra Señora del Socorro en árabe) en Bagdad en un ataque armado y la posterior operación para liberar a los rehenes retenidos en el interior del templo por cinco terroristas.
Durante el asalto, los secuestradores lanzaron un mensaje en el que dieron un plazo de 48 horas para que fueran liberadas sus "hermanas en la religión, detenidas en las cárceles de los monasterios y las iglesias de la infidelidad en Egipto".
El grupo terrorista se refería, entre otras, a Camelia Shehata una cristiana que según varios grupos musulmanes se convirtió al islam y la Iglesia copta mantiene retenida en un monasterio.
Esa ha sido versión desmentida por la Iglesia egipcia y por la propia Shehata en un vídeo colgado en internet, cuya veracidad, no obstante, ponen en duda estos grupos musulmanes.
Tras la emisión del ultimátum, fuentes policiales aseguraron que se habían reforzado las medidas de seguridad en las iglesias de Irak, donde los coptos representan un diez por ciento de la población.
Por otra parte, en el mensaje de hoy también se exige al Vaticano que se desvincule de la Iglesia copta si no quiere convertirse en blanco de los ataques de Al Qaeda.
"Que sepan estos infieles y a su cabeza el Vaticano que la espada de la muerte no se va a levantar de los cuellos de sus seguidores hasta que (el Vaticano) anuncie que no tiene nada que ver con lo que hacen los perros de la Iglesia egipcia (...) para poner fin a los crímenes y poner en libertad a las detenidas en las cárceles de sus monasterios", se dice en la nota.
Después, insisten en que si los dirigentes de la Iglesia católica no toman esta postura "se abrirán las puertas de la destrucción y los mares de sangre".
Asimismo, el conglomerado terrorista responsabiliza a la policía de la masacre e insiste en que las fuerzas de seguridad se precipitaron en el asalto del templo situado en el barrio bagdadí de Karrada y no transmitieron su mensaje.
Según los secuestradores, asesinaron al primer grupo de rehenes una vez que las fuerzas de seguridad penetraron en el templo.
Después detonaron un coche bomba y una serie de artefactos colocados entorno al templo, a lo que los cuerpos antiterroristas respondieron disparando indiscriminadamente contra la Iglesia, siempre según la versión del Estado Islámico de Irak.
Posteriormente, los asaltantes fingieron su muerte, se ocultaron entre los rehenes y esperaron la irrupción en masa de las fuerzas de seguridad para detonar los cinturones explosivos que llevaban adosados al cuerpo