El Papa Francisco en su homilía matinal de este viernes 22 de abril en la Residencia Santa Marta ha desarrollado tres ideas: la necesidad de anunciar que Cristo vive, el poder de la intercesión de Cristo por nosotros y de los cristianos entre ellos y la esperanza en que Dios actuará con poder.
El Papa ha subrayado que el cristiano “espera que el Señor vuelva”. Y exhortó a tener el coraje de anunciar como los apóstoles que dieron testimonio de la Resurrección de Jesús, incluso con la propia vida.
“Jesús está vivo es el anuncio de los apóstoles a los judíos y a los paganos de su tiempo y de este anuncio dieron testimonio con su vida y su sangre”.
“Cuando Juan y Pedro –prosiguió el Papa– fueron llevados al Sanedrín, después de la curación del cojo, los sacerdotes les prohibieron hablar del nombre de Jesús, de la Resurrección. Ellos con mucho coraje y simplicidad decían: ‘Nosotros no podemos callar lo que hemos visto y escuchado’, el anuncio.
Y nosotros los cristianos tenemos el Espíritu Santo en nosotros, que nos hace ver y escuchar la verdad sobre Jesús, que murió por nuestros pecados y resucitó. Este es el anuncio de la vida cristiana: Cristo está vivo, Cristo ha resucitado, Cristo está entre nosotros en la comunidad, nos acompaña en el camino”.
Después Francisco entró en la segunda idea: la intercesión. Durante la cena del Jueves Santo, los apóstoles estaban tristes, y Jesús les dice: ‘No se turbe vuestro corazón, tengan fe. En la casa del Padre hay muchas moradas. Voy a prepararles un lugar’. Y el Papa indica que esto significa, que con su oración Jesús intercede por cada uno de nosotros.
Así como a Pedro le ha dicho una vez antes de la Pasión: ‘Pedro, yo he rezado por ti’, ahora Jesús es el intercesor entre el Padre y nosotros, dijo el Papa.
Y sobre cómo Jesús reza por nosotros Francisco dijo: “Creo que Jesús muestra sus llagas al Padre –porque las llagas las ha llevado consigo después de la Resurrección– las muestra al Padre y nos nombra a cada uno de nosotros”.
La tercera dimensión del cristiano que indicó el Santo Padre es la esperanza: “El cristiano es un hombre de esperanza, que espera que el Señor vuelva”. Toda la Iglesia “está en la espera de Jesús, Jesús volverá. Esta es la esperanza cristiana”.
El Pontífice invitó a interrogarnos: ¿Cómo es el anuncio en mi vida? ¿Cómo es mi relación con Jesús que intercede por mi? ¿Cómo es mi esperanza? ¿Creo realmente que el Señor ha resucitado? ¿Creo que reza por mí ante el Padre? ¿Y que cada vez que lo invoco Él está rezando por mí, e intercede? ¿Creo realmente que el Señor volverá, vendrá? Nos hará bien interrogarnos esto sobre nuestra fe: ¿Creo en el anuncio? ¿Creo en la intercesión? ¿Soy un hombre o una mujer de esperanza?