La madre de Todd falleció en 2001 por un cáncer. “Perdí tres cuartas partes de mí mismo” cuenta con tristeza. “Quería mucho a mi madre, y no pude encontrar esa clase de amor hasta ahora”. Su precaria situación económica se vino abajo tras esta pérdida.
Siendo un sintecho, cuando malvivía en las calles de Uxbridge, su ciudad natal en EEUU, una amiga anciana de la familia le ofreció comida y refugio a cambio de que la cuidara. Smith la acompañó y asistió, a ella y a otras tres viudas hasta que la tragedia volvió a su vida: poco a poco aquellas señoras fueron muriendo.
Solo y sin recursos, Todd tuvo que volver a la calle. “Vivía en un vertedero”, recuerda.
“Mi suerte no cambió hasta que fui al banco de alimentos”. El banco de alimentos “Las Personas Primero” (People First, www.peoplefirstuxbridge.org) de Uxbridge lleva alimentando a los sintecho de esta ciudad estadounidense desde hace 5 años.
Cuando llegó allí en 2014, una trabajadora del centro le dio la mano y le ofreció algo de pan. “Después”, recuerda Todd, “me rodeó con su brazo y me llevó dentro… Esa mano era la mano de Dios ayudándome, y ese pan, el Pan de Vida”.
Todd encontró su camino y reformó su vida gracias al RCIA (el itinerario de iniciación católica para adultos, común en EEUU). Este curso para catecúmenos le permitió recuperar el amor, ahora en comunidad.
La trabajadora del banco de alimentos no se limitó a ofrecerle un pedazo de pan. Gracias a una colecta comunitaria y al apoyo de un pastor protestante, consiguió ofrecerle a Todd una habitación de motel, atención médica e incluso, más tarde, un apartamento.
Gracias a esto, Todd conoció la parroquia de Santa María, en Uxbridge. La generosidad desinteresada de los feligreses le atrajo desde el principio. El padre Nicholas Desimone, pastor de la comunidad, le recibió con los brazos abiertos y le invitó a unirse a la RCIA.
El padre Nicholas Desimore ayudó a Todd a dejar las calles
Smith fue bautizado en la Vigilia Pascual de 2015. “Sentía a Dios dentro de mí. Yo estaba volando”.
Desafortunadamente, Todd no estaba bien de salud. Su vida en la calle le había pasado factura. “Teníamos que pararte los pies un poco” le recuerda Susan Leighton, la asistente de administrador de la parroquia.
Temiendo que Todd no llegara a la siguiente Pascua, enseguida le mostraron las bases del catolicismo. Le enseñaron a rezar, a leer la biblia, los misterios de la Revelación… Gracias a este periodo de aprendizaje, Todd quedó plenamente integrado en la comunidad.
La parroquia de Santa María evangeliza Uxbridge por medio del programa "Luz del Mundo", programa al que ahora pertenece Todd
El recién bautizado pasaba las navidades y las vacaciones con la comunidad. “Aquí cada uno tiene su función”, cuenta Todd. Había salido de la calle para unirse a una familia, una familia de Dios. “Ahora es parte de nuestras vidas”, declaran los feligreses, “le queremos”.
Todd Smith cuenta su historia a otros, para dar ánimos y esperanza. Explica también que ahora acostumbra a rezar con vecinos suyos que tienen problemas de salud. Y sobre cómo evangelizar, dice lo siguiente al Catholic News Service, por experiencia propia: “Lo primero es hacer amigos, la evangelización vendrá por sí sola”.