Domingo, 12 de febrero de 2012
San Martín de la Vega (Madrid)

10h: Ruta guiada en el entorno de la batalla
Salida Plaza del Ayuntamiento

17h: Documental y conferencia
General Salvador Fontela Ballesta:
Batalla del Jarama, una visión táctica
Lugar: Centro Cívico
Calle del Maestro Rodrigo 2, 28330
San Martin de la Vega (Madrid)

Organizan:
Foro Historia en Libertad
Foro Social Manuel Mateo
Colectivo Guadarrama

La Batalla del Jarama se sitúa en el contexto del final de la primera fase de las operaciones militares durante la Guerra Civil Española, es decir, del período que va del Paso del Estrecho a la Batalla de Madrid (julio1936 a marzo1937).

Entre agosto y octubre de 1936 se producen rápidos avances de las columnas alzadas que convergen en su avance sobre Madrid desde el sur y el norte.
El episodio de Toledo fue un importante triunfo moral, pero retrasó unas semanas el ataque a Madrid y cuando éste se produjo (noviembre1936) las fuerzas frentepopulistas se habían reorganizado, atrincherado en las afueras de la capital y recibido un importante refuerzo: las Brigadas Internacionales. El avance quedó detenido y, posteriormente, se intentó la conquista de Madrid a través de una serie de batallas de cerco: carretera de La Coruña (diciembre1936/enero1937), Jarama (febrero1937) y Guadalajara (marzo 1937).

El fracaso de la ofensiva sobre Madrid obligó a un cambio de planteamientos:

1. Se iniciaba a una generalización de la guerra en gran escala. Hasta entonces, las operaciones se habían llevado a cabo en determinados sectores y con efectivos relativamente reducidos. La prolongación indefinida de la guerra conllevaba la movilización de los recursos y la adquisición de material, sobre todo, en el extranjero. La guerra se hacía más técnica, con empelo cada vez en mayor escala de la aviación, artillería y elementos motorizados; aun sin perder nunca su espontaneidad y sabor humano cuando el valor personal o la capacidad de resistencia superaban casi siempre las deficiencias materiales.

2. La prolongación de la guerra, invitaba a la unión de fuerzas, no sólo militares, sino políticas.

3. El fracaso de la guerra a corto plazo fomentó la intervención extranjera, que no varió la suerte de la contienda pero la hizo más dura y larga ya que la dinámica del equilibrio abocaba a una situación de perenne empate.