El pasado 25 de noviembre tuvo lugar en Madrid la primera de las sesiones de las Jornadas de Estudio convocadas por el Instituto CEU de Estudios Históricos y el Foro Historia en Libertad al cumplirse el 75 Aniversario del momento más candente de la persecución religiosa que tuvo tan cruentas manifestaciones en la decada de los años treinta del pasado siglo.
En sus palabras de presentación, Ángel David Martín Rubio, agradeció al CEU la cesión una vez más, de la sede de su Instituto de Estudios Históricos para el desarrollo de estas actividades cuya organización comparte gentilmente. A continuación explicitó la motivación de las Jornadas en los siguientes términos:
"Si es verdad que Europa fue en gran parte obra de la Iglesia y de la Religión Católica, en el caso de España tal obra fue determinante para su ser hasta el punto que desde que existe como entidad política diferenciada, se la encuentra vinculada a la tradición católica como parte constitutiva de su tradición política, plasmada en leyes, en instituciones, en formas de vida y de comportamiento. (“La implantación de los Mandamientos de Cristo como ley para la vida social”, en expresión de Elías de Tejada).
Después de la guerra de la Independencia, el liberalismo naciente se impone en Cádiz y da origen una situación que hará del siglo XIX el siglo del laicismo al mismo tiempo que el siglo de una resistencia indomable de lo español ante la revolución que se pretendía imponer por la fuerza. Es el período que Menéndez Pelayo definió como de «dos siglos de incesante y sistemática labor para producir artificialmente la revolución aquí donde nunca podía ser orgánica» (Marcelino Menéndez Pelayo, Historia de los heterodoxos españoles, Madrid: BAC, 1967, p. 1038).
La situación se hará especialmente dramática cuando nuestra nación conoció a mediados de los años treinta un proceso revolucionario del que formaba parte inseparable una sangrienta persecución religiosa. Del total de los casi siete mil eclesiásticos asesinados –obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas- más de cinco mil lo fueron en los meses de julio a diciembre de 1936, hace ahora setenta y cinco años. Y a ellos hay que añadir los miles de seglares, también sacrificados por razón de su fe en las mismas fechas y circunstancias.
La situación se hará especialmente dramática cuando nuestra nación conoció a mediados de los años treinta un proceso revolucionario del que formaba parte inseparable una sangrienta persecución religiosa. Del total de los casi siete mil eclesiásticos asesinados –obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas- más de cinco mil lo fueron en los meses de julio a diciembre de 1936, hace ahora setenta y cinco años. Y a ellos hay que añadir los miles de seglares, también sacrificados por razón de su fe en las mismas fechas y circunstancias.
Podemos concluir pues, que el factor religioso, constituye uno de los elementos sustanciales de los enfrentamientos que se han producido en España durante los siglos XIX y XX. La íntima relación religión-sociedad no es algo impuesto artificialmente sino hondamente radicado en la entraña de cualquier comunidad y el intento de provocar la ruptura, de desarraigar lo religioso será siempre un fenómeno conflictivo en todos los lugares donde la revolución moderna pretenda aplicar sus criterios, y necesariamente desestabilizador y traumático en aquellas ocasiones en que logre alcanzar su objetivo.
Por todo ello, pensamos que se justifica plenamente la atención que vamos a dedicar a la persecución religiosa desde el punto de vista historiográfico en estas Jornadas".
En primer lugar tomó la palabra Fco. José Fernández de la Cigoña, quien desarrolló el tema Raíces históricas de la persecución religiosa: los desconocidos mártires del siglo XIX. El texto de la conferencia puede leerse en el Blog La Cigüeña de la torre.
Ángel David Martín Rubio explicó los efectos de la persecución religiosa en España a partir de las cifras de víctimas eclesiásticas y de las profanaciones de templos y otros edificios religiosos entre 1931 y 1939. Finalmente, María Luisa Rodríguez Aisa, desarrolló el sentido religioso de la Guerra de España, expresado en el lema "Por Dios y por España".
El Sábado 26 de noviembre tuvo lugar una visita guiada al cementerio martirial de Paracuellos del Jarama. Las documentadas explicaciones corrieron a cargo de José Manuel Ezpeleta, de la Hermandad de Ntra. Sra. de los Mártires de Paracuellos quien supo transmitir la dimensión histórica y religiosa de aquellos sucesos.
Las Jornadas terminaron con un responso por el eterno descanso de los Mártires allí sacrificados y el propósito de repetir el encuentro en otras ciudades durante los años 2012 a 2014 para seguir conmemorando el 75 aniversario de la persecución religiosa