Tal y como ya se adelantaba la pasada semana en Portugal y a pocos días de que se apruebe la eutanasia en España, con el precedente que genera, el Tribunal Constitucional portugués ha echado atrás la normativa que legaliza la eutanasia aprobada por el Parlamento el pasado 29 de enero.
El tribunal tumbó la eutanasia con los votos de 7 de los 13 jueces que componen el Constitucional después de que el presidente Rebelo de Sousa enviara la norma a este tribunal al entender que su contenido podría vulnerar la Constitución.
Rebelo de Sousa, como catedrático de Derecho Constitucional, explicó en la carta que dirigió al Tribunal que la ley de eutanasia estaba redactada de forma vaga y llena de conceptos indeterminados e indefinidos.
Este lunes el presidente del Constitucional, João Pedro Caupers, comunicó la decisión de tumbar la ley aunque recalcó que la eutanasia, por sí misma, no es inconstitucional: “El derecho a la vida no se puede transfigurar en un deber de vivir en cualquier circunstancia”.
Puerta abierta a una aprobación futura
De este modo, el tribunal dejó la puerta abierta a una modificación del texto de la ley de la eutanasia que sí podría pasar el filtro del Constitucional.
Los magistrados advierten de la “imprecisión” a la hora de definir en qué situaciones se puede solicitar la eutanasia, que debe ser legislada con normas “claras, precisas, anticipables y controlables”.
Por ejemplo, Caupers señaló que la expresión “lesión definitiva de gravedad extrema no permite delimitar con el indispensable rigor” en qué situaciones se puede solicitar la eutanasia.
El texto volverá de nuevo al Parlamento, que previsiblemente corregirá los errores de forma ya que los de fondo no los ha considerado y muy probablemente la eutanasia sea legal en Portugal en un tiempo.