El ejército ruso lanzó un ataque con misiles pronto en la mañana del 8 de julio contra Kiev y otras ciudades ucranianas, causando muchas víctimas civiles y golpeando el mayor hospital infantil de la ciudad. Horas después, también dañó una maternidad privada en la capital.
Las autoridades ucranianas detallaron a las 3 de la tarde (hora local) que los ataques causaron al menos 28 civiles muertos y 112 heridos en la capital, Dnipró, Kryvyi Rih, Sloviansk, Pokrovsk y Kramatorsk, mientras continuaban labores de rescate bajo escombros. Rusia disparó 38 misiles modernos (Kinzhal, Zirkon, Kalibr, balísticos, de crucero y guiados) y la fuerza aérea ucrania declara haber interceptado 30.
Los servicios de emergencia ucranianos declaran que resultaron dañados 50 espacios civiles, incluyendo tres subestaciones de transformadores eléctricos. Los ataques deliberados contra estructuras civiles son crímenes de guerra.
Los destrozos en el hospital infantil Okhmatdyt, eran muy grandes, cadenas de personas retiraban escombros y sacaban niños.Oleksii Kuleba, un portavoz del gobierno, dijo al Kyiv Independent: "No puedo estar seguro de si fue un misil o cascotes [lo que golpeó al hospital] pero considerando la escala de destrucción es poco probable que fuera un mero fragmento". De forma independiente, los servicios de seguridad anunciaron que encontraron la parte trasera de un misil de crucero Kh-101 con su número de serie en el lugar.
En el ataque al hospital infantil murieron dos personas: un médico y otro adulto. También fueron heridos 7 niños y otros 9 adultos. En la calle esperaban a ser realojados niños que estaban en diálisis o quimioterapia, con sus goteros.
Horas después, otro proyectil ruso golpeaba una maternidad en Kiev, matando al menos a 7 personas, en el distrito Dniprovskyi, e hiriendo a otras tres.
"Pecado que clama al cielo", protesta el arzobispo Shevchuk
El arzobispo Sviatoslav Shevchuk, líder de los católicos de rito griego en Ucrania (unos 5 millones) ha valorado el ataque contra el hospital infantil "Okhmatdyt" y la maternidad como "un pecado que clama al cielo".
"Es terrible ver cómo los niños que vinieron a salvar sus vidas, justo en el centro que ofrece riñón artificial, fueron atacados sin piedad por criminales rusos", protesta el arzobispo.
Muchos niños, dijo, estuvieron a punto de morir porque estaban conectados a distinta máquinas, o estaban siendo operados en ese momento y el corte de energía los llevó al borde de la muerte.
Declaración en vídeo del arzobispo Shevchuk (en ucraniano):
"En nombre de Dios, condenamos con toda determinación este crimen contra la humanidad", denunció el arzobispo. "Esto no es sólo un crimen contra las leyes y reglas humanas, contra las reglas internacionales que nos informan sobre las costumbres y reglas de la guerra. Según la moral cristiana, este es un pecado que clama al cielo".
Shevchuk pidió a "todas las personas de buena voluntad" unirse en condenar el crimen y hacer todo lo posible para detener y castigar al agresor.
"Hoy lloramos con todas las víctimas. Hoy queremos orar por todos los muertos, especialmente por los niños asesinados inocentemente. Hoy queremos envolver con nuestro amor cristiano a todos los heridos, a todos aquellos que actualmente están más sufriendo", afirmó.
Alabó a los médicos: "Vimos cómo los médicos salvaron vidas incluso con los rostros ensangrentados. Y aún ahora los trabajadores sanitarios y los voluntarios se organizan en cadenas y quitan escombros para salvar a aquellos niños cuyos corazones laten bajo los cascotes".
"Señor, por tu poder, inspíranos con esperanza para la protección y victoria de la vida de nuestros niños y mujeres. Dios misericordioso, bendice nuestra sufrida tierra ucraniana con tu justa paz", reza en su mensaje el arzobispo.
Versión rusa: solo atacan centros militares, es "histeria" ucraniana
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso contó en una nota su propia versión del ataque. “Esta mañana, en respuesta a los intentos del régimen de Kiev de causar daños a las instalaciones económicas y energéticas rusas, las Fuerzas Armadas rusas llevaron a cabo un ataque grupal con armas de precisión de largo alcance contra instalaciones de la industria militar ucraniana y bases de aviación de las Fuerzas Armadas de Ucrania”, dice su nota en Telegram. La agencia oficial rusa TASS dijo que el ataque era un almacén en una planta militar de Kiev.
Sobre la destrucción de lugares civiles, la nota rusa dice que las fotografías y vídeos publicados desde Kiev "confirman inequívocamente el hecho de la destrucción debido a la caída de un misil de defensa aérea ucraniano lanzado desde un sistema de misiles antiaéreos dentro de la ciudad" y que las acusaciones de ataques a centros civiles son "histerias del régimen de Kiev".
En el vídeo, retransmisión desde el hospital infantil de Kiev "Okhmatdyt", con sanitarios y voluntarios retirando cascotes (nada que ver con "instalaciones de la industria militar"):