Giambattista Giacchero fue ordenado sacerdote a los 74 años de edad tras pasar buena parte de su vida al frente de los Carabinieri (la Policía militar italiana). Una vocación estrechamente ligada al lema del amado cuerpo del que aún se sigue sintiendo hijo: "Fiel para siempre".
Giacchero fue ordenado el 24 de enero de 2021 en la diócesis de Acqui, en el corazón del Piamonte (Italia). El 31 de enero de ese mismo año presidió su primera misa en la parroquia de su pueblo, donde ejerce hoy su ministerio.
A propuesta de su obispo
Un camino al sacerdocio animado por el deseo de "servir al Señor: ayer con uniforme y hoy con una vestimenta más particular". Una vida muy similar a la del Siervo de Dios Gianfranco Chiti (1921-2004), sacerdote piamontés, general de los granaderos de Cerdeña, que decidió hacerse fraile capuchino.
El sacerdote Giambattista Giacchero fue general de división de los Carabinieri y comandante territorial en Sicilia, Piamonte y Lombardía. También ocupó cargos de Estado Mayor en el Comando General y dirigió la Escuela de Carabineros de Turín.
Después de obtener en 2007 -tras empezar en 1986- el título en Estudios Religiosos en la Universidad Pontificia de la Santa Croce en Roma, Giaccaro fue ordenado diácono el 6 de julio de 2014 e incardinado en la diócesis de Acqui.
"La idea de servir en esta Iglesia, de la que provienen mis antepasados, nació cuando un diácono me propuso que aprovechara mis estudios en Ciencias Religiosas y profundizara en el tema de la pastoral. Pensé en tomar el camino del diaconado permanente", expresa en el diario Avvenire.
"Ciertamente la mía no es una vocación paulina. Viví mi profesión de carabinero como ahora la de sacerdote, con el mismo espíritu de servicio: el de ser de ayuda al prójimo", reconoce.
En el verano de 2020, siendo diácono permanente, le llegó inesperadamente la llamada al sacerdocio. "Fue el obispo quien, con su enfoque práctico, me hizo esta singular propuesta a la edad de 73 años. Tras una primera vacilación, dije que sí al Señor. Esta llamada sigue siendo un rayo inesperado para mí", comenta.
"Hace unos días celebré una misa antes de Pascua en la que estaban muchos de mis ex compañeros militares: fue un hermoso momento de gran consuelo. Pude encontrarme con mis compañeros soldados, incluido mi propio ex chofer", relata.
Aquí puedes ver la ordenación del padre Giacchero.
"Espero, con la ayuda de Dios, poder seguir dando a mis hermanos los sacramentos de la Eucaristía y de la Reconciliación, nutriendo así en ellos la esperanza, que es la mejor medicina contra el individualismo, la soledad, el miedo y la indiferencia", concluye.