El Papa Francisco llega este viernes 31 de mayo a Rumanía, donde permanecerá hasta el domingo 2 de junio.
No se trata de un país rico, pero es el séptimo país más poblado de la Unión Europea y sin duda es uno de los países más religiosos de Europa, de tradición mayoritaria ortodoxa.
Según un sondeo de julio de 2015, el 96% de los rumanos declara creer en Dios, un 84% cree en los santos, un 60% cree en el Cielo, un 57% en el infierno, un 83% declara observar (cumplir) con el domingo y las fiestas religiosas, un 65% dice que reza regularmente y un 53% asegura que hace donativos regulares a la iglesia. Según las estadísticas, apenas habría 40.000 no creyentes en el país, entre agnósticos y ateos, que se repartirían a partes iguales.
El censo de 2011 calculaba así la pertenencia religiosa de la población en Rumanía:
- cristianos ortodoxos 81%
- protestantes 6,2%
- católicos (del rito latino o del bizantino) 5,1%
- Otros 1,5%
- Sin religión 0.2%
Las cifras vaticanas difundidas con motivo del viaje papal consideran que en el país viven en total 1.445.000 católicos, que serían un 7% de la población organizados en unas 2.000 parroquias. Sin embargo, fuentes del ministerio del interior calculan que los católicos del país son unos 870.000 (un 4,3% de la población), de los que unos 500.000 pertenecen a la minoría húngara, unos 300.000 son rumanos y el resto pertenecen a distintas etnias (alemanes, eslovacos, gitanos, etc...).
Según el censo rumano de 2011, de esos católicos, unos 150.000 serían católicos de rito bizantino, casi todos ellos de etnia rumana. Sin embargo, el Annuario Pontificio de 2016 considera que los católicos de rito bizantino son unos 500.000, una iglesia muy viva con 8 obispos (eparcas), 1.225 parroquias, unos 835 curas diocesanos y 235 seminaristas.
La diferencia en cifras puede tener que ver con el hecho de que hay al menos 4,7 millones de rumanos viviendo en el extranjero, e incluso esta cifra es difícil de calcular. Buena parte vive en Italia (1,2 millones) y España (casi 900.000), países de lengua latina, como el rumano.
Católicos de rito latino en Corpus Christi en Solonetu Nou, pueblo de 700 habitantes en Rumanía, cerca de la frontera norte con Polonia y Ucrania
La Iglesia católica en Rumanía es una minoría vigorosa que cuenta, según difunde la sala de prensa vaticana, con:
18 obispos
1.792 sacerdotes diocesanos
265 sacerdotes religiosos
1.070 religiosas
599 seminaristas mayores
68 escuelas de primaria e infantil (casi 6.000 alumnos)
26 escuelas de secundaria (casi 4.000 alumnos)
7 universidades o centros de enseñanza superior (casi 900 alumnos)
14 hospitales
43 ambulatorios
34 casas para ancianos o discapacitados
35 orfanatos
20 consultorios familiares
6 centros de educación especial o social
Los rumanos grecocatólicos: unidos a Roma desde 1700
La Iglesia Rumana Grecocatólica, que son católicos de liturgia bizantina, en plena unión con Roma, cuenta con 6 diócesis en el país (una archieparquía y cinco eparquías) y una diócesis más en la diáspora en Estados Unidos. Tienen al frente al cardenal Lucian Muresan, de 89 años, arzobispo de Alba Iulia. La mayoría de los grecocatólicos viven en el noroeste del país, en la región de Transilvania y las vecinas.
Las diócesis grecocatólicas surgieron poco después de que los Habsburgo (católicos austro-húngaros) conquistaran Transilvania en 1687. El metropolitano ortodoxo rumano Atanasio Anghel decidió entrar en plena comunión con Roma con el Acta de Unión de 1698, ratificado por un sínodo de obispos en el año 1700. A los grecocatólicos se les reconocía el derecho a mantener su rito bizantino, y se les pedía aceptar 4 exigencias ya planteadas a los cristianos orientales en el siglo XV en el concilio de Florencia:
- reconocer la autoridad suprema del Romano Pontífice sobre la iglesia universal
- reconocer la existencia del Purgatorio
- aceptar el uso del Filioque en el credo (que el Espíritu Santo procede del Padre "y del Hijo")
- aceptar la validez del uso de pan sin levadura en la Eucaristía
La Iglesia grecocatólica fue perseguida con especial perseverancia por los comunistas rumanos, y el Papa lo reconocerá al beatificar a siete obispos mártires de rito bizantino.
Los 7 obispos mártires víctimas de la represión comunista del siglo XX (lea sus historias aquí)
La Iglesia ortodoxa y la colaboración provida y profamilia
A nivel ecuménico, la Iglesia Ortodoxa Rumana es también un interlocutor importante. La Iglesia Ortodoxa Rumana tiene entre 17 y 20 millones de seguidores, con unas 15.000 parroquias y otros tantos sacerdotes, sumando las comunidades que viven Rumanía, las de Moldavia y las de la diáspora rumana: es la segunda mayor iglesia ortodoxa autocéfala en Europa, sólo por detrás de la Iglesia Ortodoxa Rusa. De las iglesias que están dentro de la Unión Europea, sin duda es una de las más vivas, bajo el pastoreo desde 2017 del Patriarca Daniel.
En Rumanía los movimientos profamilia se han ido organizando cada vez mejor y las iglesias católicas, ortodoxas y protestantes colaboran en esa coordinación.
En 2016 recogieron 3 millones de firmas para pedir un referendum que estableciese en la Constitución que el matrimonio es solo entre hombre y mujer. Lograron convocar el referendum en 2018, pero se necesitaba una participación del 30% del censo y solo participó un 20%. Con todo en Rumanía el matrimonio y la adopción siguen hoy reservados a matrimonios de sexo complementario. En 2017 y 2018 se han multiplicado las marchas pro-vida en las ciudades del país. Y más adelante, la Plataforma Impreuna (Juntos) logró presentar en abril de 2019 300.000 firmas contra la implantación de la ideología de género en las escuelas.
Manifestación en 2016 de la Coalición por la Familia: recogió 3 millones de firmas para convocar un referéndum que estableciese en la Constitución que el matrimonio es sólo entre hombre y mujer
Las expectativas de Roma: ecumenismo y recordar el régimen ateo
El Secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, ha declarado en VaticanNews que el viaje papal tiene un fuerte componente mariano, ya que los ortodoxos son también devotos de la Virgen María.
La visita papal, dice Parolin, "es una manera de caminar juntos al estilo de la Santísima Virgen María, un estilo de humildad, de servicio, de caridad, hacia la prima y hacia los más necesitados. Me parece que el Papa parte precisamente con esta actitud".
El elemento ecuménico es también importante. "Hace sólo veinte años, en mayo de 1999, San Juan Pablo II fue a Rumania. Fue un viaje que podemos definir histórico, porque también abrió las puertas para visitar otros países de mayoría ortodoxa. Todos recordamos el grito que se elevó en la plaza: "¡Unidad! "¡Unidad!" Ese fue sin duda un primer paso, un paso fundamental. El viaje del Papa hoy está un poco en la estela", señala el cardenal Parolin.
Parolin destacó la importancia de "lo que el Papa llama un ecumenismo de sangre, es decir, creyentes que pertenecían tanto a la Iglesia Católica como a la Iglesia Ortodoxa que sufrieron bajo el régimen ateo que conculcó la libertad religiosa y los derechos de los creyentes. Así que ya han logrado una unidad en el sufrimiento, en el martirio. Esperamos que estos hermanos nuestros que ya están en el cielo y disfrutan de la gloria de Dios después de haber sufrido en la tierra, puedan ayudar a continuar este camino".
Rumanía en Europa
Rumanía tiene 20 millones de habitantes (y unos 5 millones de rumanos más repartidos por el continente) y es también un actor importante para la construcción europea y la defensa de sus valores cristianos y sus raíces cristianas. En el Europarlamento cuenta con 32 diputados, el séptimo país más representado.
Parolin, que es el experto del Papa para los asuntos de diplomacia internacional, valora la importancia del país. "Rumania ha vivido momentos difíciles en su historia: la ocupación extranjera, el largo período de ateísmo... Desde 2007 ha entrado a formar parte de la Unión Europea y ha dado una contribución significativa, empezando por su patrimonio cultural. Recientemente se celebró en Sibiu una cumbre en la que se destacó la importancia de la paz, del largo período de paz garantizado por la Unión Europea, de la prosperidad y del progreso que ello ha comportado. El Papa recordará naturalmente los valores fundadores de esta Europa y también las raíces cristianas, porque estos valores -la dignidad de la persona, la solidaridad- encuentran su fundamento más firme precisamente en la herencia cristiana de la que Rumania es también portadora. Por lo tanto, será un estímulo para seguir contribuyendo en la construcción de esta Europa que, esperemos, se vuelva cada vez más sólida, basada en valores fundamentales como son los valores cristianos".
Mensaje del Papa a los rumanos, antes de su viaje