Cerca de 800 peregrinos de la Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes de Madrid han concluído recientemente su tradicional peregrinación de cuatro días al santuario francés de las apariciones marianas, la centésimo primera que realiza la organización.

Durante el gesto del agua, en el que los peregrinos vierten agua del santuario tres veces para mojar sus manos, su cara y beber de la misma, una de las peregrinas habría sido sanada de una fuerte ceguera.

"Una peregrina que sufre varias enfermedades y tenía una deficiencia visual muy alta, después de hacer el gesto del agua, recuperó la vista", expresó Guillermo Cruz, consiliario de la Hospitalidad de Lourdes de Madrid.

Según el consiliario, el suceso fue verificado por los médicos de inmediato y notificado al santuario, que ya lo ha registrado y se encuentra en proceso de estudio.

"Llamarlo milagro sería equivocar a la gente"

El consiliario llama a la prudencia y se limita a considerarlo "un hecho extraordinario" hasta que exista una resolución oficial. Llamarlo milagro sería, por el momento, "equivocar a la gente".

El padre Guillermo Cruz explica que no es sensato hablar de milagro por ahora, ya que esta declaración exige “un proceso de discernimiento médico y espiritual que debe seguirse” en el que “han de concurrir los siguientes requisitos respecto a la curación: Inmediata. Completa. Duradera. Inexplicable”.

Debido a esto, el consiliario afirma que “no podemos adelantarnos, hay que hacer un estudio y sobre todo que se mantenga en el tiempo” la curación. Por ello subraya que “adelantarse lleva a una presunción en donde tendríamos que ser humildes. Aquí nos toca esperar el estudio que hace la Iglesia, desde el santuario de Lourdes y que luego se pronuncie el obispo de Madrid, para verificar no sólo que sea inexplicable sino que también que sea un hecho milagroso”.

El consiliario no es ajeno al deseo de los miembros de la Hospitalidad de Lourdes y las personas con las que peregrinan cada año al santuario, de poder hablar de un milagro “pero no lo decidimos nosotros”, apunta antes de recordar que “siempre es una Gracia inmerecida que se recibe”.

Así, advierte que “podemos confundir si ya hablamos de milagro”, al tiempo que se podrían “generar falsas expectativas si reducimos los frutos de la peregrinación a un solo acontecimiento”.

"La experiencia de peregrinar y descubrir el amor de Dios por medio nuestra Madre la Virgen María, como nos enseña santa Bernadette desde la sencillez y en los humildes, siempre será la gracia más grande que se concede en Lourdes, pues es la que renueva la vida", agregó.

¿Hacia el milagro 71?

De reconocerse como tal, sería el milagro número 71 que se produce en el santuario. El último fue reconocido oficialmente el 11 de febrero de 2018, consistente en una curación milagrosa de una religiosa franciscana entonces de 79 años, en 2008.

La religiosa en cuestión fue Bernaderre Moriau, llamada como la joven a quien se apareció Nuestra Señora en la gruta de Massabielle a lo largo de 1858. Hacía cerca de 40 años que Moriau sufría, desde finales de la década de 1960, un síndrome de cola de caballo que le impedía andar.

"En febrero de 2008, mi médico me invitó a una peregrinación diocesana del 3 al 7 de julio (…) Nunca había estado en Lourdes y ya enferma iba para allá con la alegría de todos los peregrinos, ya que ese año celebramos los 150 años de las apariciones de la Virgen María. En la gruta sentí la presencia misteriosa de María y de la pequeña Bernardita. Yo no pedí la curación, sino la conversión del corazón y la fuerza de proseguir mi camino", relató en un vídeo publicado en YouTube.

El 11 de julio, cuatro días después de concluida su peregrinación a Lourdes, durante un momento de adoración al Santísimo en su comunidad, “experimenté una sensación de calor y una mejoría en todo mi ser. Me sentí bien”.

El obispo de Beauvais explica en un comunicado oficial que ese día, cuando la religiosa concluyó la oración y volvió “a su cuarto, se quitó todos los aparatos” e “inmediatamente comenzó a caminar sin ayuda, de manera totalmente autónoma. Sus hermanas atestiguaron el hecho”.

En su caso, fueron 8 años de investigación los necesarios para concluir que su curación fue "inexplicable en el estado actual de nuestros conocimientos científicos".

Artículo publicado originalmente en Cari Filii y actualizado.