Las calles de Roma se convirtieron este sábado 17 en un gigantesco belén viviente. El recorrido de los actores, llegados de toda Italia, tuvo lugar entre las basílicas de San Juan de Letrán y Santa María La Mayor, siguiendo el trazado de la procesión del "Corpus Christi".
Los organizadores escogieron la basílica de Santa María La Mayor, porque es allí donde se albergan las reliquias de la cuna del Niño Jesús.
"El belén suscita asombro y conmueve porque manifiesta la ternura de Dios. El Creador del universo se rebaja a nuestra pequeñez. El don de la vida, ya de por sí misterioso para nosotros, nos fascina aún más cuando vemos que Aquel que nació de María es la fuente y el sostén de toda vida", escribe Francisco en su Carta Apostólica Admirabile Signum.
La realización del belén viviente fue alentada por el Papa Francisco, que inspeccionó personalmente el proyecto. La representación comenzó con la escena de la aprobación de la Regla franciscana por el Papa Inocencio III. A continuación, los figurantes se trasladaron a la Via Merulana para la escena del censo y para representar momentos de la vida de la ciudad de Belén.
Puedes ver en este vídeo un resumen del belén viviente de Roma de este año.
San Francisco encabezó la procesión, mientras María y José buscaban un lugar para dormir. El portal de belén estuvo bajo el pórtico de la basílica de Santa María La Mayor. Artesanos romanos, y otros personajes de la historia del nacimiento de Cristo se unieron a la caminata.