El pasado domingo Andrzej Duda fue reelegido presidente de Polonia tras unas ajustadas elecciones en las que finalmente venció al alcalde de Varsovia, Rafal Trzaskowski. Y pocas horas después de este histórico resultado para él quiso acudir a dar las gracias al santuario de Jasná Gorá a la Virgen Negra de Częstochowa.
El mandatario polaco es un devoto católico, nunca ha ocultado sus profundas convicciones religiosas y además ha intentado siempre defender la herencia cristiana de Europa.
Andrzej Duda, de 48 años, es por encima de todo un creyente. Ha mencionado la fe como la parte más importante de su vida y dijo que "la fuerza de Polonia procede de los valores cristianos". De joven fue miembro activo del movimiento scout, el cual, salvo en su fracción postcomunista, está fuertemente ligado a la Iglesia. Las imágenes de Duda rescatando una Sagrada Forma que había caído al suelo y llevándosela al cardenal Kazimierz Nycz durante una misa se hicieron virales.
De este modo, Duda acudió para participar en la oración de la noche del santuario polaco más importante y lo hizo acompañado del obispo auxiliar de Czestochowa, monseñor Andrzej Przybylski. Con esta visita el político polaco quiso pedir a la Reina de Polonia, la Virgen Negra, protección para la nación polaca que ahora tiene que volver a dirigir.
Tal y como informa Polishnews y recoge Infovaticana, el rector de Jasna Góra, el sacerdote Waldemar Pastusiak, agradeció la presencia del político y su testimonio de fe. El sacerdote quiso poner a los pies de la Virgen a sus compatriotas que viven en el país y en el extranjero y también a las personas enfermas por el coronavirus.
Andrzej Przybylski, obispo auxiliar de la diócesis donde se encuentra el santuario, impartió la bendición. “Dios bendiga a nuestra querida patria, Polonia”, a todos los polacos y “bendice al presidente de la más brillante República de Polonia por una nueva etapa de su servicio nacional”, dijo el prelado.