La Conferencia Episcopal de Alemania ofreció este lunes sus datos oficiales evidenciando con ellos una crisis sin precedentes en el catolicismo alemán. En 2021, un total de 359.388 personas abandonaron la Iglesia Católica, batiendo así el récord de 2019, cuando hubo 273.000 decidieron dejarla.
Precisamente en Alemania los fieles deben estar dados de alta en la Iglesia Católica o en su caso en la Iglesia luterana, ya que por el hecho de serlo pagan un impuesto religioso. En el caso de darse de baja de dicho registro se les considera que han abandonado su institución religiosa.
Tal y como recoge EFE, según las estadísticas publicadas, en la actualidad la Iglesia Católica cuenta en Alemania con más de 21,6 millones de fieles, lo que supone un 26% de la población total. Mientras tanto, la Iglesia luterana alemana publicó sus propias estadísticas en marzo, que revelaron también una cifra récord de abandonos, con 280.000 protestantes menos en 2021.
Georg Bätzing, presidente de la Conferencia Episcopal de Alemania, ha afirmado estar “conmocionado” con los datos oficiales que, en su opinión, muestran la “profunda crisis” que atraviesa la Iglesia.
Ni reflexión, ni marcha atrás... sólo seguir la línea emprendida
El obispo vincula únicamente este récord negativo a la crisis de los abusos en la Iglesia, aunque desde hace años en Alemania muchos jerarcas están centrando prácticamente todos sus esfuerzos en el llamado camino sinodal que pretende asimilarse en la práctica a las iglesias protestantes con la ordenación de mujeres o las bendiciones de parejas homosexuales. Sin embargo, Bätzing no hizo mención alguna a ello este lunes.
El presidente de los obispos alemanes aseguró que según sus informaciones no sólo abandonaban la iglesia feligreses que desde hace tiempo ya no tenían contacto con su parroquia, sino también muchas personas que hasta ahora estaban "muy implicadas".
Según Bätzing, esto quiere decir que el proceso de renovación que emprendió la Iglesia católica alemana en 2019 a raíz de un informe sobre los abusos sexuales a menores en el seno de la institución "no ha llegado todavía al contacto con los creyentes".
"Los escándalos que lamentamos en el interior de la Iglesia y de los que en medida significativa somos nosotros mismos responsables, se ven reflejados en la cifra de salidas," afirmó el obispo.
Bätzing agregó que es preciso despedirse de la idea de que el número de practicantes vuelva a ascender y de que las iglesias vuelvan a llenarse, aunque al mismo tiempo afirmó que las estadísticas constituyen para él un mandato de "continuar con valor el camino emprendido".