En una Europa cada vez más descristianizada hay países que todavía resisten y defienden la importancia del Evangelio en la historia de sus países y de la identidad europea. Uno de los casos más claros es el de Polonia, que está decidido a reivindicar los valores cristianos y de la familia pese a las incomprensiones e incluso ataques de otros países de la Unión Europea.
Para ello, el presidente polaco, Andrzej Duda, ha propuesto realizar un referéndum sobre la Constitución de Polonia con el propósito, entre otros, de incluir de forma más explícita los valores cristianos en la Carta Magna.
Según recoge la agencia AICA, en el plebiscito que se celebraría los días 10 y 11 de noviembre los ciudadanos polacos deberán responder a 10 preguntas, dos de las cuales están directamente relacionadas con la identidad cristiana de Polonia y con la protección.
Proteger las raíces cristianas y a la familia
La pregunta número 5 pide a los ciudadanos que digan si están de acuerdo en “subrayar la importancia de las fuentes cristianas del Estado polaco y de la cultura e identidad de la nación polaca en la Constitución de la República de Polonia”. Esta pregunta deberá ser respondida con un sí o con un no.
La pregunta número 8 consulta a los ciudadanos si están de acuerdo en apoyar la protección constitucional de la familia, la maternidad y la paternidad, la inviolabilidad de los derechos familiares adquiridos y el derecho a una atención en salud especial para las mujeres en embarazo, los niños, los discapacitados y los ancianos.
Estas dos preguntas forman parte de un complejo cuestionario que incluye la consulta sobre si es necesaria una nueva Constitución o si se prefiere realizar enmiendas o simplemente dejar la Constitución actual en vigencia. Asimismo se plantean cuestiones referentes al sistema presidencial o las opciones de un sistema de gabinete; sobre la regulación constitucional de la elección de diputados; sobre derechos de protección de la agricultura, la normalización de la pertenencia a la Unión Europea y a la OTAN, el derecho a pensión y la regulación de la división de los gobiernos locales.
Según dijo el presidente, “el resultado del referendo no será vinculante sino que servirá como indicador de los cambios que la sociedad polaca quiere para su constitución”.