Este domingo 26 de septiembre se ha celebrado la ceremonia de beatificación del joven sacerdote Giovanni Fornasini, asesinado a los 29 años, en 1944, por las tropas SS de los nazis.
Lo mataron junto a otras 800 personas (incluyendo unos 200 menores de edad) en el marco de la llamada masacre de Marzabotto, una represalia de los alemanes contra población civil italiana por su apoyo a los guerrilleros. En concreto, la Peace School Foundation of Monte Sole estima el número de víctimas en 770: hubo 45 niños menores de 2 años, 110 niños menores de 10 años, 95 jóvenes menores de 16 años, 142 personas mayores de 60 años, 316 mujeres y 5 sacerdotes católicos.
Presidió la ceremonia de beatificación el cardenal Marcello Semeraro, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.
Algunas escenas de la beatificación y satisfacción de los devotos que lo conocieron
El mártir, ha recordado Semeraro, enterraba los cadáveres insepultos, acogía en su rectoría a todos los refugiados de los alrededores e incluso negoció con los nazis, utilizando el diccionario de alemán que había conseguido para ese propósito. De este modo, consiguió defender la dignidad de algunas niñas de los abusos sexuales de los ocupantes. «Su compromiso para salvar a su pueblo era incansable», ha enfatizado el cardenal.
Puesto que era un mediador, los oficiales de la SS no tuvieron dificultad en atraerlo con engaños al lugar donde sería martirizado. Aceptó una invitación a enterrar a los muertos en San Martino di Caprara el 13 de octubre de 1944. Mientras rezaba allí, fue emboscado y asesinado.
En realidad, Fornasini llevaba sólo 2 años de sacerdote: aunque entró en el seminario en 1931 no fue ordenado hasta 1942, en plena guerra mundial. Según se lee en la biografía publicada por la Congregación para las Causas de los Santos, durante la ocupación alemana en la II Guerra Mundial el Beato Fornasini convirtió su parroquia -en un pueblo de 300 personas- en una “cantera de la caridad”.
Para la Iglesia, Fornasini murió como mártir porque le atrajeron al lugar del asesinato transmitiéndole la idea de que había heridos o moribundos a los que llevar los sacramentos o muertos que enterrar.
Un documental de media hora (en italiano) por los lugares de los hechos, con fotos del mártir y declaraciones de expertos