El 20 de septiembre VaticanNews publicaba la visita a las fosas comunes de Izium del cardenal Konrad Krajewski, Limosnero Pontificio, acompañado del obispo latino de Járkov-Zaporiyia, Pavlo Honcharuk.
Izium fue recuperada por las tropas ucranianas en su sorprendente ofensiva de septiembre y las autoridades empezaron las investigaciones sobre posibles masacres contra la población civil o contra prisioneros por parte de las tropas rusas.
Periodistas de la agencia Afp descubrieron una zona con cientos de tumbas marcadas con una cruz, números, nombres o fechas y también una fosa común que, según unos forenses, tenía los restos de 17 soldados ucranianos, al menos uno con las manos atadas con una cuerda.
El 23 de septiembre el gobernador ucraniano del oblast de Járkov, Oleh Synehubov, ofrecía ya cifras concretas; los investigadores ucranianos exhumaron 436 cuerpos en fosas masivas de Izium, "la mayoría con signos de muerte violenta, incluyendo 30 con signos de tortura. Solo 21 personas eran soldados, el resto eran civiles, incluyendo niños".
Synehubov aseguró que expertos médicos encontraron cuerpos con cuerdas alrededor del cuello, manos atadas, miembros rotos y disparos de pistola. A varios hombres les faltaban órganos reproductivos, detalla el gobernador, quien asegura que "todos los crímenes serán documentados".
Ese era el punto donde estuvieron el cardenal Krajewski y el obispo Honcharuk un par de días antes.
El cardenal lo explicaba así a los medios vaticanos: "Allí fuimos testigos de una "celebración" -podemos decirlo así- en la que 50 jóvenes, en su mayoría policías, bomberos, soldados vestidos con monos blancos, estaban cavando y sacando de las tumbas, a menudo comunes, los cuerpos de pobres ucranianos asesinados, hace unos 3-4 meses, algunos recién enterrados allí."
El cardenal Krajewski. emocionado, con los trabajadores que exhuman los cuerpos hallados en Izium.
"Me conmovió mucho: estos jóvenes ucranianos estaban sacando los cuerpos de una manera tan delicada, tan tranquila, totalmente silenciosa. Parecía una celebración, nadie hablaba pero había tantos policías, soldados... Al menos 200 personas. Todo en silencio, con una increíble apreciación del misterio de la muerte. Realmente había mucho que aprender de estos chicos", considera. De estos rescatadores serenos aprendió "la belleza que a veces se esconde en nuestros corazones. Mostraron una belleza humana en el lugar".
La Coronilla de la Misericordia en las fosas de Izium
"Realmente fue un momento conmovedor ver cómo llevaban los cuerpos. Parecía que lo hacían por sus propias familias, por sus padres, hijos, hermanos. El obispo [Honcharuk, de Járkov-Zaporiyia] y yo caminamos entre ellos, rezamos la Coronilla de la Misericordia una y otra vez, estuvimos al menos tres horas. No podía hacer otra cosa".
De vuelta a la capilla del obispo en Járkov -su curia recibió destrozos por bombas al inicio de la guerra- Krajewski siguió pensando en esos jóvenes.
En el mismo día, las autoridades les enseñaron una comisaria de policía, que los ocupantes rusos usaron, aseguran, como cámara de tortura. Krajewski quiso recordar las enseñanzas de la Biblia: "Recordé las palabras de la Sagrada Escritura de que el mal siempre debe ser vencido con el bien".
La Iglesia Grecocatólica en su web difundió una foto de un padrenuestro escrito en la pared de una de las instalaciones de Izium donde se habrían realizado torturas.
Padrenuestro en ucraniano en una celda rusa de la zona ocupada de la región de Járkov que ha divulgado la Iglesia Grecocatólica ucraniana.
El obispo Honcharuk dio más datos de la visita, citado en AICA. “Cuando el equipo estaba excavando, cuando mirábamos estos cuerpos, de alguna manera arrojados a los pozos... un cuerpo sin piernas, el otro con las piernas rotas... Como si no fuera suficiente que su muerte fuera tan inhumana, el entierro también fue indiferente. Había un hedor muy fuerte, realmente me golpeó: un olor muy pesado. Y hay muchas de esas tumbas”, contó el prelado. “Incluso el cardenal quedó muy impresionado”, agregó.
"Entramos en esas mazmorras, los lugares donde estaban retenidas esas personas -condiciones terribles, frías, húmedas, oscuras, sucias, completamente inhumanas. Hemos visto este mal y todo este crimen cometido. Y todavía está sucediendo, y solo podemos preguntarnos qué es lo que aún no se encontró”, lamenta el obispo latino de Járkov.
A 18 de septiembre, Naciones Unidas tenía contabilizadas la muerte de 5.916 civiles, y otros 8.616 heridos en Ucrania, a causa de la invasión rusa (sin contar muchos en zonas ocupadas como Mariúpol, Lisichansk, Popasna o Sievierodonetsk).
El obispo de Járkov y los niños heridos
Hace un mes, a finales de agosto, el anfitrión del Limosnero en Járkov, el obispo Honcharuk, daba algunos datos a Ayuda a la Iglesia Necesitada sobre la situación en la región, antes de la ofensiva sorpresa en ese frente.
«Si alguien sigue creyendo que Rusia sólo bombardea instalaciones militares, no sólo se equivoca, sino que se engaña. Se han destruido hospitales, empresas, escuelas, universidades, guarderías y hogares», explicaba el obispo. «¿Cuál es el objetivo de disparar a los edificios residenciales y a los mercados? También destruyen aldeas, algunas son simplemente arrasadas. ¿Cuál es el propósito de hacer esto?».
En verano aún han quedado muchos niños en la región. "A menudo permanecen en refugios antibombas, y tratamos de ayudarles. Por ejemplo, les proporcionamos juguetes. Los niños experimentan las cosas de una manera completamente diferente. Aunque vivan en sótanos o refugios, corren y juegan, viven en un mundo paralelo. La Iglesia ayuda a los padres y les proporciona productos de higiene, alimentos, etc.".
El inicio de curso le parecía complicado: "No sé exactamente cuántas escuelas han sido destruidas, pero al menos veinte, también muchas guarderías, por lo que es peligroso reunir a un gran número de niños en un solo lugar". De las cosas más difíciles que le tocan como obispo es visitar niños heridos de gravedad: "Uno se siente impotente. Por otro lado, también está la conciencia de que el Señor me envía aquí a servir", detallaba.
A 25 de septiembre, la Fiscalía General de Ucrania tenía localizados 391 niños muertos y 773 heridos a causa de la invasión rusa, detallando que quedarían por contabilizar muchos en zonas bajo control ruso. El mismo organismo señalaba que las fuerzas rusas habrían atacado unos 2.500 centros educativos, destruyendo por completo 289.
El obispo católico de Moscú: ¿por qué se ha llegado a este punto?
El 21 de septiembre, tras la fuga de las tropas rusas en la región de Járkov dejando armas y bagajes, Vladimir Putin decretó una movilización obligatoria en Rusia. Entre 300.000 y un millón de hombres en edad militar serán llamados a las armas en toda Rusia, con el objetivo de enviarlos a Ucrania. Así, la guerra llega a los hogares rusos que hasta ahora lo veían como algo lejano: sus hijos, padres, hermanos, van a ser enviados a un frente donde, según los ucranianos, han muerto más de 50.000 soldados rusos en siete meses.
El italiano Paolo Pezzi, arzobispo católico de Moscú y presidente de los obispos rusos, comentó la nueva situación con periodistas italianos. “Me resulta difícil decir por qué se ha llegado a este punto. Según Rusia y según lo que leemos en los medios de comunicación locales, se debe a una ampliación del conflicto”, detalló.
Pezzi pidió, siguiendo al Papa Francisco, "intentar siempre mantener los canales abiertos, nunca cerrarlos". "Me parece que el principal problema es encontrar una salida que no haga que nadie se sienta derrotado. Pero ésta es la mayor dificultad”, apuntó.
“Me parece objetivamente difícil que alguien esté dispuesto a dar el primer paso. Por eso es necesario seguir insistiendo en los pasos creativos, como dice Francisco, para emprender nuevos caminos en una senda de paz”, añadió el obispo.
"Cadáveres torturados", dice el Papa... y amenaza nuclear
En la audiencia pública del miércoles 21, el Papa Francisco se refirió a la situación en Ucrania, reiterando su cercanía y apoyo al pueblo ucraniano, "noble y mártir". Después mencionó que algunos "piensan en las armas nucleares, una locura". Se refería, sin citarlo, a Putin, que fue quien habló en su discurso de armas nucleares.
Después, el Papa hablo del viaje del cardenal Krajewski a las zonas de guerra y las fosas. “[Krajewski] Me habló del dolor de este pueblo, de las acciones salvajes, de las monstruosidades, de los cadáveres torturados que encuentran”, advirtió el Papa. E hizo un llamamiento: "¡La paz es posible cuando las armas callan y comienza el diálogo!”.
Sobre armas nucleares esta semana se pronunció también el cardenal Parolin, secretario de Estado vaticano, desde la X Reunión de Amigos del CTBT -grupo establecido en 2002 por Alemania, Australia, Canadá, Finlandia, Japón y los Países Bajos-, señalando que "con el aumento de las tensiones globales y la retórica que amenaza con el uso de armas nucleares, es más crucial que nunca que entre en vigor el Tratado sobre la prohibición total de los ensayos nucleares (TPCE)".
Ortodoxos, católicos, judíos y musulmanes, contra los pseudo-referendos
Además de la movilización general en Rusia y en las zonas ocupadas por Rusia (Dombás, Crimea, Jersón y partes de Zaporiyia), los títeres de Rusia en las zonas ocupadas han empezado unos referendos amañados y sin ninguna garantía ni censo, que ningún país del mundo reconoce, para justificar la incorporación de las 4 regiones ocupadas (Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón) a la Federación rusa.
Un soldado vota en el referéndum-farsa que critica toda la comunidad internacional; se da en las zonas ocupadas militarmente por Rusia en Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón; sobre todo las dos primeras tienen mucha población minera y obrera llegada de Rusia, es la región menos religiosa de Ucrania -Sondeo Razumkov de 2016; en Leópolis, se declaran creyentes el 91%; en Dombás, sólo un 57%- y la más nostálgica del comunismo.
Sobre esta maniobra se ha pronunciado el Consejo de Iglesias y Organizaciones Religiosas de Ucrania con un comunicado firmado el 23 de septiembre. Este organismo interreligioso funciona desde 1996, coordina a ortodoxos de distintas ramas, católicos griegos y latinos, protestantes, y asociaciones judías y musulmanas. Suele expresar posturas conjuntas sobre temas de interés nacional (por ejemplo, en 2021 criticaba las leyes que ampliaban los casinos y la industria de apuestas en el país).
En su comunicado, el Consejo de Iglesias defiende que las fronteras reconocidas internacionalmente marcan el territorio "integral e inviolable" de Ucrania y denuncia que "la guerra a gran escala lanzada por Rusia contra Ucrania tiene como objetivo apoderarse de parte del territorio de Ucrania y destruir el estado ucraniano, en contravención del derecho internacional".
Sobre los "pseudoreferéndums" dicen las iglesias que se hacen bajo "los cañones de las ametralladoras, en condiciones de ocupación militar, cuando no hay libertad personal ni respeto por la dignidad de la vida humana", lo que es "una burla a la democracia". En tal situación, no es expresión de la voluntad de los habitantes. "Tales acciones arbitrarias del ocupante son un intento ilegal y violento de anexar parte del territorio de Ucrania, tal como se hizo en 2014 con respecto a la península de Crimea", insisten.
Así, el Consejo de Iglesias y Organizaciones Religiosas de Ucrania "llama a todos los países del mundo a no reconocer los pseudo-referéndums realizados por la potencia ocupante rusa en los territorios temporalmente ocupados de Ucrania; a todos los ciudadanos de Ucrania que viven en los territorios temporalmente ocupados de Ucrania a no participar en pseudo-referéndums y a ser conscientes de su responsabilidad ante Dios, su propia conciencia, las generaciones anteriores, actuales y futuras, así como ante el pueblo ucraniano; a las autoridades de la Federación Rusa a abandonar el criminal plan de anexión, que viola no sólo las leyes humanas de convivencia de los pueblos, sino también las prescripciones correspondientes de las Sagradas Escrituras cristianas, islámicas y judías. ¡Dios Grande y Único, salva a Ucrania por nosotros!"
El arzobispo Shevchuk: "encañonados por metralletas..."
A 24 de septiembre, el Arzobispo mayor de los grecocatólicos ucranianos, Sviatoslav Shevchuk, en su mensaje diario en vídeo, en el que suele comentar los hechos militares del día y luego predicar algún tema de fe o moral, ha usado palabras parecidas para comentar los pseudo-referéndums.
"Todos entienden que encañonados por metralletas, en condiciones de ley marcial y ocupación, la verdadera expresión de la voluntad es imposible. Este tipo de acciones es el desprecio de los principios democráticos, de la dignidad de la persona humana y el desprestigio de cualquier institución del Estado, que se convierten en una herramienta más de persecución y humillación de la persona”, denuncia.
Y finaliza con una exhortación similar a la que suele invocar cada día en sus mensajes: "¡Dios, bendice a Ucrania, al pueblo ucraniano, a nuestros defensores que nos protegen en el frente! ¡Dios, bendice y salva a los hijos e hijas de Ucrania que se encuentran en los territorios ocupados! ¡Dios, bendice a nuestra tierra, pueblo, Patria, con Tu justa paz!”
Para ayudar a las víctimas de la guerra en Ucrania, Cáritas Española ha abierto esta web y la cuenta Caixabank ES31 2100 5731 7502 0026 6218