El pasado miércoles 8 de diciembre, decenas de católicos en Nanterre (Hauts-de-Seine, Francia) fueron atacados en el transcurso de una procesión durante la fiesta de la Inmaculada.
Según explicó uno de los atacados en redes sociales, cerca de 30 fieles habían comenzado a procesionar los escasos 1.200 metros que separan la Iglesia de San José y la de Santa María de Fontenelles, cuando un grupo de personas de entre 20 y 35 años comenzaron a insultarles e incluso agredirles físicamente.
"Durante la primera parada, la procesión fue atacada por varias personas que profirieron insultos y amenazas violentas. La antorcha que portaba un fiel le fue arrebatada y arrojada al conjunto de los participantes", relató la diócesis de Nanterre.
El diario francés Le Figaro completó la información proporcionada por Famille Chrétienne, según la cual los atacantes lanzaron amenazas de corte islamista al sacerdote que encabezaba la procesión. "Kouffars" (incrédulos en árabe) o "Wallah sur le Coran je vais t´égorger" (sobre el Corán te degollaré) fueron algunas de ellas.
El diácono de la parroquia, presente en la procesión, relató lo ocurrido en redes sociales.
“Nuestra procesión, que tiene lugar todos los años el 8 de diciembre con motivo de la fiesta de la parroquia, debe salir de la iglesia de San José para llegar a la iglesia de Santa María, en el barrio de Pablo Picasso", recorrido "de apenas un kilómetro que había sido autorizado por la prefectura".
"Pero poco después de las 7 de la tarde, y cuando apenas habíamos avanzado unos cientos de metros, un grupo de extraños nos atacó verbalmente en el momento de la primera estación de oración ", añadió.
El diácono mencionó a tres cabecillas principales seguidos por una docena de personas. "Nos arrojaron agua, luego cogieron una de las antorchas que lanzaron hacia nosotros”, agregó.
El Ministro del Interior apoya a los católicos
Tras la agresión, la comitiva pudo reiniciarse y proseguir su recorrido acompañada por la policía hasta su destino, Sainte-Marie-des-Fontenelles, explicó la diócesis, que ya ha denunciado lo ocurrido ante las autoridades.
Lo sucedido en la localidad de Nanterre llegó hasta el ministro del Interior francés, Gerald Darmanin. El ministro denunció "estos hechos inadmisibles" antes de declarar que "la libertad de culto debe poder ejercerse con toda tranquilidad en nuestro país" y ofreció todo su "apoyo a los católicos de Francia".
La prefectura de policía de Hauts-de-Seine condenó "enérgicamente los insultos, amenazas e intimidaciones pronunciadas durante la procesión" y expresó igualmente su "solidaridad con los católicos de Nanterre". También anunció que la policía ya se encuentra movilizada para "detener y llevar ante la justicia a los autores de estos actos intolerables".
Unos hechos que, como explicó la adjunta fiscal a Le Figaro, Caroline Gontran, "se ven agravados por el hecho de que los sucesos se cometieron por la pertenencia de las víctimas a la religión católica".
"Los islamistas creen que pueden hacer cualquier cosa", expresó también Marine Le Pen, candidata a las elecciones presidenciales francesas y líder de la Agrupación Nacional. "Los culpables de las amenazas de muerte a los fieles deben ser objeto de sentencias ejemplares y de expulsión si su status se lo permite", añadió.
Otra de las condenas más sonadas a este ataque provino del diputado de la Asamblea Nacional Francesa y miembro del Partido Republicano, Eric Ciotti: "Con demasiada frecuencia hemos sido ingenuos y mirado hacia otro lado. ¡Sí, el islamismo avanza, y amenaza nuestra civilización!", expresó el diputado.
El odio a la fe católica, "bajo presión" en Europa
Tanto este episodio como las violentas agresiones a los católicos parisinos en mayo del 2021 (que cubrimos en Religión en Libertad) se suceden en un contexto de persecución creciente y generalizada hacia la religión católica en Occidente.
Así lo expresó Catholic Herald, al hacerse eco de cómo entre 2019 y 2020 aumentaron los ataques contra los católicos un 70%, según un estudio realizado por el Observatorio de Intolerancia contra los Cristianos en Europa.
Según el estudio, los cinco países más afectados fueron Reino Unido, Francia, Alemania, España y Suecia.
“Estos países fueron seleccionados porque, según nuestras observaciones, los cristianos enfrentan las mayores dificultades en ellos”, asegura el informa titulado Bajo presión: los derechos humanos de los cristianos en Europa.
En estos países, explica el informe, los cristianos sufren una discriminación cada vez más sutil y explícita como resultado de las ideologías laicistas y el islamismo, que generan una intolerancia que "es cada vez más visible".
Puedes ver aquí la agresión a los católicos que marchaban en procesión en recuerdo de los mártires de la Comuna en mayo de 2021.