En cuanto empezó la guerra de Ucrania, el padre Yuri Stasiuk, de la parroquia católica ucraniana de Santa Mónica, en Las Ramblas, en Barcelona, anunció que se volvía a su país, a servir como capellán y paramédico, aprovechando su experiencia sanitaria (ya estuvo en años anteriores en el frente en Dombass).
Ahora la diócesis de Barcelona le envía ayuda para su complicada misión, con dos ambulancias bien equipadas. El obispo auxiliar de Barcelona, Javier Vilanova, bendijo las ambulancias en la plaza de la catedral y agradeció el trabajo de los voluntarios de Cáritas. Las ambulancias partieron el miércoles 16 a las 9 de la mañana.
Una de las ambulancias es un donativo de la empresa de transportes Sagalés, que procede de su división de transporte sanitario. La otra ambulancia está medicalizada, y ha sido donada por la empresa OBON, dedicada a la automatización de procesos industriales. Esta segunda empresa también ha aportado una parte del material médico.
Las ambulancias servirán para dar respuesta a las personas que hayan resultado heridas por el conflicto bélico, o que necesiten ser trasladadas con un vehículo sanitario. Además, transportan material ortopédico, médico y sanitario básico: agua oxigenada, esparadrapos, gasas, respiradores, mascarillas de oxígeno y lonas para transportar pacientes, entre otros.
Salvador Busquets, director de Cáritas Diocesana de Barcelona, agradece las ayudas. “Como Cáritas Diocesana de Barcelona, continuamos priorizando los donativos económicos. No obstante, las ambulancias eran una necesidad urgente, ya que son un bien demandado y es muy difícil encontrarlas en los países vecinos de Ucrania”, ha indicado.
Obispo Javier Vilanova bendice a voluntarios y conductores de las ambulancias que Cáritas envía a Ucrania desde Barcelona.
En los primeros 20 días de guerra las distintas Cáritas de España recaudaron 370.000 euros de particulares y empresas, de las que 70.000 se enviaron enseguida a través de Cáritas Internacional a Cáritas Polonia y Cáritas Moldavia para ayudar a refugiados que cruzan sus fronteras.
“Continuaremos ofreciendo apoyo a las Cáritas vecinas en la acogida y alojamiento digno y seguro para todas las personas desplazadas que lleguen a estos países fronterizos. También se continuarán distribuyendo alimentos, agua potable y kits de higiene a quien lo necesite”, ha explicado el director de Cáritas Barcelona.
El pasado miércoles la Generalitat catalana cifraba en unos 5.000 los refugiados ucranianos llegados a Cataluña. Hay mil necesidades que atender. Cáritas Barcelona, por ejemplo, suministra el gasoil y calefacción para una casa en Torrelles de Foix (Alt Penedès, Barcelona) donde se alojan 40 mujeres y niños ucranianos que han huido de la guerra.
El obispo Javier Vilanova ha bendecido las 2 ambulancias que envía Cáritas (reportaje breve de la diócesis de Barcelona, en catalán).
Para ayudar a las víctimas de la guerra en Ucrania, Cáritas Española ha abierto esta web y la cuenta Caixabank ES31 2100 5731 7502 0026 6218