Los obispos italianos consagrarán Italia a la Virgen María el próximo 1 de mayo, incitados por más de 300 cartas de fieles recibidas durante la pandemia de coronavirus. Lo harán en la Basílica de Santa María del Fonte, un santuario dedicado a Nuestra Señora de Caravaggio en la provincia de Bérgamo, una de las áreas en Italia más devastadas por el virus.
El cardenal Bassetti, presidente de los obispos italianos, explica que estas cartas estaban "llenas de amor y de devoción a los consuelos de la Virgen María”.
En estas cartas –ha explicado el purpurado- le preguntaban “por qué no dedican nuestra nación al Inmaculado Corazón de María. Por todas las personas que sufren a causa de esta pandemia, todos los que trabajan en los hospitales y deben cuidar a su vecino, ¿por qué no confiar toda la nación a María?”.
Bassetti ha señalado que es tarea de los pastores guiar a sus rebaños, “pero a menudo es el rebaño, el pueblo cristiano, el que empuja a sus pastores, como ha ocurrido en este caso”.
El 1 de mayo, explican los obispos en una nota, es el primer día del mes tradicionalmente dedicado a María. También es la fiesta de San José Obrero, algo que consideran que es una oportunidad para rezar por los trabajadores preocupados y temerosos por el futuro.
“La Iglesia confiará a Nuestra Señora los enfermos, los trabajadores de la salud, los médicos, las familias y los fallecidos”, han querido recalcar los obispos.
En el siglo XV, la Virgen se apareció a una joven campesina
Esta oración se llevará a cabo en el santuario de Santa María del Fonte en Caravaggio, en la región de Bérgamo, rodeada por el “sufrimiento y dolor experimentado en una tierra severamente probada por esta emergencia sanitaria”.
El Santuario de Nuestra Señora de Caravaggio fue construido en el lugar en el que se produjo la aparición de la Virgen en el siglo XV. María se apareció a una joven campesina, Giannetta Varoli, en un campo de heno a las afueras de la ciudad de Caravaggio el 26 de mayo de 1432.
En su mensaje, la Virgen instó a la penitencia, incluido el ayuno los viernes. Tras la aparición también se la llamó Nuestra Señora de la Fuente, porque una fuente de agua apareció debajo de la piedra donde estaba la Virgen, y en la que dejó una huella de sus pies.
Ese mismo año, se construyó un pequeño santuario en el lugar. Más de un siglo después después, en 1575, San Carlos Borromeo, entonces obispo de Milán, contrató a un arquitecto para comenzar el largo proceso ampliar el santuario.
Italia, con esta dedicación mariana, sigue los pasos de otros países que han acudido recientemente a la intercesión de la Madre de Dios. Así sucedió con la consagración de España y Portugal en Fátima al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María el pasado 25 de marzo y de todo el continente americano el pasado 12 de abril en Guadalupe.
(Con información del digital de noticias marianas CariFilii.es)