Como en cada fiesta cristiana de gran relevancia, las principales autoridades británicas envían un mensaje con importantes referencias cristianas. Es común en Navidad y también ahora para Pascua, donde el príncipe Carlos, heredero de la corona británica, centró su intervención en el apoyo a los cristianos perseguidos en el mundo.

"Mi corazón está con todos aquellos que, en este día, cualquiera que sean sus creencias, son perseguidos por razones religiosas", dijo el príncipe de Gales, con motivo del Viernes Santo.


"En este momento de Pascua, cuando nos acordamos del sufrimiento del Señor hace 2.000 años, pensamos especialmente en aquellos cristianos que están sufriendo por su fe en muchos lugares del mundo", dijo el príncipe, de 69 años.

"Quiero asegurarles que no los olvidamos y que están en nuestras oraciones", recalcó el príncipe heredero.


El príncipe Carlos, con el arzobispo caldeo católico de Erbil, Bashar Warda

El hijo de la reina Isabel II señaló que durante muchos años conoció gente que se vio obligada a huir de sus lugares debido a su religión o que se han visto obligados a afrontar terribles consecuencias por permanecer en sus países.


Agregó que, por esa razón, se siente "profundamente conmovido" por su "extraordinario coraje" y por su "desinteresada capacidad para perdonar a pesar de todo lo que han sufrido".

En los últimos meses el príncipe Carlos se ha reunido con el arzobispo caldeo de Erbil, Bashar Warda, en cuya ciudad se han refugiado miles de cristianos, y con el arzobispo melquita del Líbano John Darwish, del Líbano, que ayuda a los refugiados cristianos provenientes de Siria.

Estas reuniones se organizaron con la ayuda de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, y tras conocer esta realidad, Carlos de Inglaterra aseguró que “en la oscuridad hay pequeños rayos de luz, signos de Resurrección y de esperanza que, lenta pero segura, los cristianos que han tenido que huir de sus tierras están comenzando a regresar y a reconstruir sus casas destrozadas”.